Telefónica asegura una rentabilidad mínima a Terra durante seis años
La operadora ofrece más de 470 millones tras la ruptura con Bertelsmann
Telefónica ha salido al rescate de su filial de Internet, tras el fiasco del acuerdo que firmó hace dos años con el grupo alemán Bertelsmann, que dejó de invertir 675 millones en Terra, tal y como se había comprometido. La operadora inyectará al menos 471 millones en Terra en los próximos seis años a cambio de que su filial le provea de sus necesidades de Internet, otorgándole exclusividad en algunos servicios.
Una vez más, Telefónica ha tenido que sacar su paraguas protector para ayudar a sus filiales menos rentables. En este caso, le ha tocado a Terra Lycos, con quien el grupo ha firmado una alianza que le garantiza una inyección de al menos 78,5 millones de euros anuales los próximos seis años.
De esta forma, Telefónica saca a Terra del atolladero al que se había visto abocada, tras la ruptura por parte de Bertelsmann del acuerdo sellado en 2000. Por aquella alianza, Telefónica adquirió al grupo alemán MediaWay, su filial de datos en Alemania, por 1.600 millones de dólares. A cambio, Bertelsmann se comprometió a adquirir servicios de Internet y de publicidad a Terra por 1.000 millones de dólares hasta 2005, aunque sólo 325 millones eran obligatorios.
Dos años y medio después de la firma de dicho acuerdo, sellado en pleno boom de Internet por Juan Villalonga y Thomas Middelhoff, máximos responsables entonces de Telefónica y Bertelsmann (los dos fueron despedidos de sus compañías), el balance no es muy satisfactorio para la operadora española. MediaWay le causa fuertes pérdidas y su valor se ha depreciado considerablemente. Además, Bertelsmann no ha querido asumir las compras en Terra por los 675 millones adicionales y esa cantidad, de acuerdo con el contrato, ha tenido que ser cubierta por Telefónica.
Precisamente, ése es el origen de la alianza anunciada ayer entre el grupo y su filial. No obstante, y dada la caída de ingresos, la operadora ha mejorado los aspectos económicos del acuerdo original con los alemanes. Y es que los 471 millones no son un compromiso de ingresos, sino de beneficio bruto operativo (Ebitda), es decir, que garantiza esos fondos por determinados servicios, una vez descontados los gastos que origine su prestación. Según fuentes de Terra, en términos de ingresos equivaldría a 714 millones de euros en el citado hasta 2008.
El compromiso de Telefónica de hacer frente a esta inversión es especialmente importante para Terra. Según cálculos del banco de inversión BCP Investimento, el contrato con Bertelsmann suponía el 75% de los ingresos por publicidad de Terra Lycos. En todo caso, los ingresos de Terra están cayendo. El objetivo principal de la filial de Telefónica es salir de los números rojos, y para ello está reduciendo sus costes y ajustando sus márgenes. Sin embargo, vende menos. En el segundo trimestre de 2002, las ventas cayeron un 10% respecto al mismo periodo de 2001. Según distintos análisis, la compañía sufrió en 2002 una merma en sus ingresos. Según Ibersecurities, esa caída rondará el 3,2%.
La compañía que preside Joaquín Agut se establece así como el portal proveedor exclusivo de servicios de Internet de valor añadido del grupo Telefónica, aunque Terra comercializando acceso a la Red a través de ADSL.
Las acciones de Terra, que llegaron a cotizar en 2000 por encima de 157 euros, se anotaron ayer la mayor caída del Ibex al desplomarse un 7,38% hasta cerrar a 4,27 euros (2.600 millones de euros frente a más de 95.000 millones de entonces, cuando llegó a valer en Bolsa tanto como los grandes bancos).
No obstante, según los analistas, el mal comportamiento de los títulos no se debe tanto a una mala acogida de la alianza, que entienden beneficiosa para Terra, sino por la decepción de los inversores, que esperaban el lanzamiento de una oferta pública de adquisición (OPA) de exclusión de Telefónica sobre su filial. A esa sensación también colaboró el hecho de la suspensión de cotización desde el inicio de sesión hasta las 11.30. Las acciones de Telefónica cayeron un 1,47%.
Los contratos de la discordia
Telefónica no tiene mucha suerte con la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT). Ayer, el máximo organismo regulador le lanzó un duro aviso al tachar de "inadmisible" que las Administraciones Públicas prorroguen los contratos firmados con Telefónica antes de la liberalización, poniendo trabas a libre competencia. El Gobierno se ha comprometido a abrir esos contratos, que en 2001 supusieron 1.068 millones, mediante concursos públicos. Pero es que además, la CMT ha resuelto, a la vista de las cuentas de 2001 presentadas por la operadora, que no tiene derecho a compensación porque el coste de ofrecer los servicios regulados ascendió en ese año a 8.947 millones, superiores en un 3% a los ingresos que la operadora recibió por su prestación.
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