Los ministros hacen campaña sobre la responsabilidad del Ejecutivo en la crisis
La campaña informativa del Gobierno llegó ayer a los pasillos del Congreso. Los ministros desplegaron una especial elocuencia y entregaron su tiempo al trabajo de hacer propaganda del Gobierno en múltiples corrillos con los periodistas.
El vicepresidente primero, Mariano Rajoy, se paró a saludar a cuatro periodistas y, al poco, ya eran una veintena quienes escuchaban sus argumentos sobre la posición de "responsabilidad" del Ejecutivo en la crisis y, en contraste, cómo "el PSOE defiende justo lo contrario cuando estaba en el Gobierno y ahora que está en la oposición".
Sin prisas, el vicepresidente primero desgranó los cambios de opinión del PSOE sobre la entrada de España en la OTAN; minimizó la crisis que ahora sufre la Alianza Atlántica pues son sólo tres países quienes mantienen una posición discrepante y todo se andará, y reiteró la tesis de que el Gobierno del Partido Popular no quiere la guerra pero que la paz sólo puede conseguirse por la vía de una "unánime" presión internacional sobre el régimen de Sadam Husein.
Aún más, Rajoy proclamó su total respeto por los manifestantes del próximo sábado, así como por los artistas que acudieron al Congreso la semana pasada y con todo el que quiera discrepar. Bromeó que él también podría ir a la manifestación porque está, "como todos", en contra de la guerra, pero que no lo hará porque eso podría ser interpretado como que quiere "quedarse con las portadas de los periódicos".
El vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, también se paró en varios corrillos, pese a que no concita en estos momentos una expectación periodística tan acusada como Rajoy. Como todos sus compañeros, estuvo amable y bromista; recordó alguna manifestación a la que acudió de joven y aseguró que este ambiente de protesta "rejuvenece mucho".
Los ministros de Defensa, Federico Trillo, y de Trabajo, Eduardo Zaplana, también estuvieron largo rato departiendo con los periodistas.
Hasta el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, poco aficionado a pararse con los medios de comunicación, repartió sonrisas y saludos a diestro y siniestro. Bueno, en realidad, a siniestro menos, pues el despliegue de amabilidad que ayer derrocharon los miembros del Ejecutivo de José María Aznar no llegó, en ningún caso, a los diputados de la oposición.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Irak
- VII Legislatura España
- Diplomacia
- Sesiones control Gobierno
- Gobierno de España
- Estados Unidos
- Preparativos bélicos
- Guerra Golfo
- PP
- Guerra
- Oriente próximo
- Legislaturas políticas
- Gobierno
- Parlamento
- Asia
- Relaciones internacionales
- Conflictos
- España
- Partidos políticos
- Relaciones exteriores
- Administración Estado
- Política
- Administración pública