El PP aprueba su dictamen sobre RTVV en el que recomienda la privatización

El PP aprobó ayer en solitario en las Cortes su dictamen sobre el futuro de la Ràdio Televisió Valenciana (RTVV), en el que propone la privatización del ente a través del eufemismo de la "iniciativa social" y en el que recomienda al Consell "la entrada de la iniciativa privada en la gestión, desarrollo y producción de contenidos audiovisuales". El dictamen es fruto de los trabajos de la comisión de Estudio de Nuevas Formas de Gestión de RTVV, que funcionó durante casi tres años y que al final el PSPV abandonó en septiembre pasado ante la decisión del PP de prolongar las deliberaciones. En octubre los populares emitieron su dictamen y rechazaron la posibilidad de debatir el presentado por los socialistas.

Entre medias, se había producido la irrupción en el debate de la portavoz del Consell, Alicia de Miguel, a quien la oposición acusó de dinamitar la comisión con su comparecencia, en mayo de 2001, en el pleno, donde avanzó el criterio del Gobierno en torno a la privatización y anunció la creación del Consejo del Audiovisual, del que nunca más se supo. El PSPV presentó su propio proyecto de consejo, que fue rechazado por el PP. Ayer, De Miguel no asistió al debate.

Manuel Pérez Fenoll (PP) dijo ayer en el pleno, al que asistieron integrantes de los comités de empresa y de redacción de Canal 9, que su dictamen está "en sintonía con los nuevos tiempos", y criticó a la oposición por su planteamiento "intervencionista" y "bananero" para RTVV. El socialista Andrés Perelló, quien como todos sus compañeros llevaba una pegatina que reclama "una televisión pública, en valenciano y de calidad", pidió al PP que no cometa la "tropelía de repartir las migajas [de Canal 9]" que quedan después de ocho años de gestión del PP. Al inicio de su intervención Perelló descolgó de la tribuna de oradores un cartel con la citada leyenda a favor de Canal 9, que retiró a instancias de la presidenta de la Cámara, Marcela Miró, para, acto seguido, colocar otra en la que se leía "no a la guerra".