Vendedoras de pescado interrumpen al grito de "nunca máis" el pleno del Parlamento gallego

Los gritos de "¡nunca máis!" llegaron ayer a la tribuna de invitados del Parlamento gallego, que suspendió por unos minutos la celebración de un pleno ante los incidentes protagonizados por casi un centenar de vendedoras de pescado. Los minoristas, la mayoría mujeres, que no están cobrando las indemnizaciones percibidas por otros colectivos de afectados, interrumpieron la sesión con sus gritos de protesta y mostraron camisetas con el lema "No a la discriminación. Ayudas ya".

Las vendedoras habían cerrado ayer sus puestos en las plazas de A Coruña y Ferrol para protestar ante el primer pleno del nuevo periodo de sesiones del Parlamento gallego. La suspensión de la pesca por la marea negra, alegan los minoristas, les ha dejado sin productos que vender, y las administraciones no les compensan con ayudas económicas ni con exenciones fiscales.

Las pescantinas accedieron al hemiciclo del Parlamento como invitados y, cuando intervenía el consejero de Pesca, Enrique López Veiga, se pusieron en pie, descubrieron sus camisetas y prorrumpieron en gritos como "mareas negras, nunca máis" o "a la hora de votar, acuérdate del mar". La vicepresidenta de la Cámara, Inmaculada Rodríguez, que dirigía en ese momento la sesión, les pidió en varias ocasiones que cesasen en la protesta. "Esto es una Cámara democrática, hay otras formas de expresar su opinión", les insistió. Pero como los gritos arreciaban, la vicepresidenta suspendió la sesión por unos minutos y ordenó el desalojo de los vendedores.

El representante de los minoristas de Ferrol, Pedro Araña, aseguró que desde el accidente del Prestige sus ventas han descendido entre un 50 y un 60%. "El pescado y el marisco escasean, los precios están muy altos y hay una gran psicosis entre los consumidores", declaró el portavoz de los vendedores.

El otro foco de atención del pleno de ayer fue el antiguo número dos de Manuel Fraga, Xosé Cuiña, quien acudió por primera vez a la Cámara tras su fulminante destitución como conselleiro y los enfrentamientos de las últimas semanas entre sus partidarios y la dirección del PP gallego.