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Reportaje:

Un hospital gratuito para los geranios

Pozuelo ha puesto en marcha un centro encargado de curar las plantas enfermas de los vecinos

Existen médicos para cada tipo de enfermedad. Pero se suelen olvidar las heridas que sufren algunos seres vivos: las plantas. Los madrileños que tengan enfermos sus geranios, su rosal y otro tipo de plantas en mal estado tienen la oportunidad de llevarlas al Hospital de Plantas, en el Aula de Educación Ambiental, en Pozuelo de Alarcón. Así, desde hace un mes cualquier planta que necesite unos cuidados recibe, de manera gratuita, el tratamiento adecuado para su recuperación.

El proceso habitual de curación se parece al de todo hospital. Éste consiste en hacer un diagnóstico, un primer análisis para valorar el estado de la planta, la flor o el árbol; estudiar después si tiene algún tipo de plaga o no; qué daños ha sufrido y qué se puede hacer por su salud. Para que los enfermos vegetales sobrevivan, el Hospital de Plantas dispone de infraestructuras específicas como un invernadero con calefacción.

Una vez curadas las plantas, los propietarios pueden ir a recogerlas (antes del próximo día 14 de febrero) o hacer una donación destinada a los parques y jardines del término municipal, así como a las aulas de los colegios de Pozuelo de Alarcón. El Hospital de Plantas cierra sus puertas el próximo viernes. Pero, los organizadores esperan renovar el proyecto lo más pronto posible, probablemente el mes próximo, y proponer la creación de un Hospital de Plantas permanente.

Esta iniciativa se enmarca dentro de las numerosas actividades del Aula de Educación Ambiental. Así, cada año miles de alumnos de diferentes puntos de la región lo visitan y participan a talleres elaborados por un equipo multidisciplinar. El aula quiere ser un medio para enseñar a conocer mejor el medio ambiente, divulgar los recursos naturales, y el descubrimiento de los espacios verdes gracias, entre otras cosas, a visitas guiadas por el Parque Forestal.

El objetivo del Hospital de Plantas ya no sólo es concienciar a la población sobre la importancia de preservar el medio ambiente, sino también ayudar a 15 personas desempleadas a reinsertarse laboralmente.

Este proyecto pionero del Ayuntamiento, financiado por la Comunidad de Madrid y el Fondo Social Europeo, forma parte de un curso de viverismo para parados. Los conocimientos de los alumnos se ponen aquí en práctica bajo la supervisión del profesor, Oscar Domínguez Rojas. Domínguez confía en que los alumnos sepan sacar provecho de esta idea, que la desarrollen y la pongan en práctica de manera autónoma. Al crear sus propios centros, sus alumnos podrían profundizar en el concepto del Hospital de Plantas, algo que hoy suena un poco extraño.

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Por eso, el profesor, comprometido en su actividad y en sus acciones sociales, aconseja "desarrollar la idea de guardería de plantas como ya existe para los animales".

Durante las vacaciones de verano, muchas plantas sufren o mueren por falta de agua o de luz. "Sus propietarios las dejan abandonadas en el baño, con las contraventanas cerradas porque no saben a quién confiarlas", explica Domínguez, lo que ineludiblemente les causa enfermedad.

Domínguez considera que las guarderías de plantas pueden convertirse en una actividad económica prometedora. No obstante, la iniciativa ha tenido hasta ahora un éxito relativo. En un mes de funcionamiento, no han sido muchos los ciudadanos que han solicitado la ayuda de los médicos. El mayor obstáculo es técnico: la dificultad de llevar la flor, la planta o el árbol hasta el Aula de Educación Ambiental de Húmera. Por eso, Domínguez señala que también son posibles los tratamientos virtuales, es decir, a través de una webcam. Por eso, quiere añadir al curso tradicional de viverismo otros cursos de informática para que los parados sepan manejar internet, lo que se concreta en la página www.cursoviverismo2002.com. Así, gracias a esta doble formación, las personas desempleadas podrían superar límites tales como el espacio, las infraestructuras o la presentación estética de productos destinados a la venta que implican una inversión de fondos desalentadora.

Para el profesor de viverismo, el cuidado de las plantas puede "ser un mercado futuro importante para los que sean capaces de explotarlo". Por eso, Óscar Domínguez cree que las empresas florales tendrían que explotar esta rama y "proponer cursos gratuitos a los ciudadanos para que conozcan mejor la manera de cuidar cuidar las plantas". Eso, entre otras cosas, permitiría incrementar las inversiones y crear nuevos servicios.

Domínguez ya ha empezado ha promover su idea. Ante la escasez de documentación sobre este asunto ha creado una revista dedicada a las plantas en la página web www.jardinactual.com.

Se cree que el riguroso clima de Madrid no es el más apropiado para las flores. Pero este experto afirma que la región no aprovecha sus ventajas climatólogas en comparación con otros centros urbanísticos europeos, con lo que pierde una oportunidad de convertirse en una de las ciudades más agradables de Europa. Así lamenta la ausencia de jardines de diseño, la falta de decoraciones florales en las fachadas de las viviendas y el desinterés de los ciudadanos para mejorar su calidad de vida.

Hospital de Plantas. Aula de Educación Ambiental de Pozuelo. Calle Montebajo sn, Húmera, Pozuelo de Alcorcón. Teléfono: 91 351 26 41.

15 médicos y un problema: el agua

Óscar Domínguez Rojas, el profesor de viverismo del Aula de Educación Ambiental es también jefe de 15 "médicos" particulares del "Hospital de Plantas". Domínguez supervisa los diagnósticos de sus alumnos sobre sus pacientes verdes.

Con frecuencia, el mal principal que afecta a las flores y a los árboles se relaciona con el agua. Unas veces, por exceso (ahogamiento) y otras por defecto (lo que causa la sequía de las plantas). En otros casos, la enfermedad se debe bien al exceso o bien a la falta de luz.

El profesor explica que cuando se puede las heridas se curan de manera inmediata como si fuese una herida superficial de un paciente humano. Así, si la enfermedad no amenaza seriamente la vida de la planta, una vez aplicado el tratamiento adecuado, el propietario de la misma puede llevársela a casa. Pero, a veces los alumnos-médicos descubren que se trata de una dolencia grave y los primeros cuidados no bastan. Las plantas enfermas atendidas en este hospital pueden proceder de una donación o bien estar en él temporalmente hasta su curación. En este caso, el tiempo mínimo de hospitalización es de dos semanas para que la planta no sufra de inadaptación al ambiente, lo que podría resultar fatal.

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