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Cadena perpetua en China para un disidente residente en EE UU

Wang está acusado de terrorismo y espionaje para Taiwan

Wang Bingzhang, un activista demócrata chino residente en EE UU que desapareció en extrañas circunstancias en Vietnam el pasado junio y reapareció en manos de la policía china meses después, ha sido condenado a cadena perpetua por espionaje y terrorismo por los tribunales de la ciudad sureña de Shenzhen. La pena es una de las más duras contra un disidente desde la masacre de Tiananmen, en 1989.

Las asociaciones de derechos humanos aseguran que las acusaciones son falsas y que las motivaciones son políticas. Según los jueces, Wang, de 55 años, conspiró para bombardear la Embajada china en Tailandia durante dos visitas en 2001 a este país, donde, según dicen, quiso instalar un campo de entrenamiento de terroristas. Además, ha sido declarado culpable de haber espiado para Taiwan entre 1982 y 1990. El tribunal le acusa también de haber escrito, publicado libros y difundido artículos en Internet que inducían al terrorismo. Es la primera vez que China condena por terrorismo a un activista demócrata.

Wang y otros dos disidentes exiliados estuvieron ilocalizables varios meses. A mediados de diciembre pasado las autoridades chinas anunciaron que el 3 de julio habían sido "rescatados" por la policía, que los encontró atados en un templo de Guangxi, en la frontera con Vietnam. La policía explicó entonces que un grupo, no identificado, había secuestrado a los tres hombres y pedía 10 millones de dólares. Las organizaciones a favor de la democracia creen que fueron secuestrados por agentes de Pekín en Hanoi, donde se habían entrevistado con líderes sindicales chinos.

Wang ha vivido fuera de su país desde 1979. Primero se instaló en Canadá, y posteriormente, en EE UU. En los años ochenta, mientras vivía en Nueva York, publicó una revista llamada Primavera de China.

En 1998 volvió a su país con un pasaporte falso con la intención de crear un partido de oposición, pero fue detenido y expulsado. La ristra de acusaciones asegura que durante ese viaje mantuvo contactos para extender el terrorismo y dio instrucciones para conseguir armas y realizar secuestros. Al año siguiente, según la acusación, ordenó atentados con explosivos y un asesinato. Las autoridades no han explicado si estas acciones llegaron a producirse. Los otros dos disidentes fueron liberados sin cargos.

No es la primera vez que Pekín acusa a activistas de espiar para Taiwan. En 2001 y 2002, varios profesores de origen chino relacionados con EE UU fueron detenidos y expulsados por espiar para Taipei. La condena a cadena perpetua de Wang se produce dos semanas después de que Lobsang Dhondup, un tibetano de 28 años, fuera ejecutado acusado de hacer atentados con bomba a favor de la independencia de Tíbet, en los que murió una persona.

Wang Bingzhang.
Wang Bingzhang.

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