Calles de otros tiempos

"1939, Año de la Victoria", advierte un azulejo, de aproximadamente un metro de alto por otro de ancho, en la torre de la iglesia de la localidad sevillana de Espartinas. Cerca, una placa recientemente renovada avisa de que se ha entrado en la calle General Franco, una de las vías de este pueblo del Aljarafe que aún conservan nombres de personas o fechas del régimen predemocrático (Ruiz de Alda, Capitán Cortés, Calvo Sotelo, Ruiz de Íñigo o 18 de julio). La persistencia de estos símbolos divide a los vecinos entre los que los consideran ofensivos y los que opinan que quitarlos sería falsificar la historia.

Pero en esta localidad de 6.700 habitantes a poco más de 12 kilómetros de la capital, casi tanto como esos nombres de calles llama la atención el desafío del Ayuntamiento al resto de las administraciones. El grupo socialista ha presentado en el último mandato dos mociones para que se cambie el callejero amparándose en acuerdos unánimes de la Diputación y el Congreso, pero el gobierno municipal, con mayoría absoluta del PP, hace caso omiso. "Porque sean administraciones de rango superior no van a venir a decirme lo que tengo que hacer, porque nosotros le hemos pedido muchas cosas y nadie nos hace caso, nunca nos dan nada", argumenta Javier Jiménez, teniente alcalde del pueblo y diputado provincial que dice no recordar si estuvo presente en el pleno de la Diputación en el que se aprobó sin votos en contra la retirada de todos los emblemas que recordaran a la Guerra Civil. "Pero si estuve y salió a favor, supongo que yo también voté que sí", asegura "pero eso no significa que tenga que cumplirlo".

Matilde Marín, concejal socialista y próxima candidata a la alcaldía, llegó al Ayuntamiento hace dos años y ya ha presentado dos mociones pidiendo los mismo. La segunda de ellas, después de que el pasado 20 de noviembre todos los grupos del Congreso aprobaran una proposición no de ley en el mismo sentido que lo había hecho la Diputación. Y el gobierno municipal se la volvió a rechazar. "Para ellos, el presente está basado en esos años del pasado y no quieren pasar página", arguye Marín, quien sostiene que el equipo de Gobierno, liderado por María Regla Jiménez, la alcaldesa desde hace 20 años, no sólo ignora los acuerdos de la Diputación o el Congreso, sino los suyos propios.

El azulejo de la iglesia, el que recuerda el año de la victoria franquista, tenía que haberse retirado hace más de 15 años según un acuerdo del pleno municipal que, en 1986, aceptó que la Diputación sufragara el arreglo de la torre a cambio de que se quitara la placa. El monumento se restauró, pero el recuerdo a 1939 sigue ahí. "La iglesia no es nuestra, no vamos a decirle a otra institución lo que tiene que hacer", argumenta Javier Jiménez, el teniente alcalde. "Pero ellos lo aprobaron en un pleno", advierte la candidata del PSOE.

Para Jiménez, las protestas del PSOE sobre el callejero son sólo "un tema recurrente cada vez que se acercan las elecciones". "Intentan sacar a relucir que somos un Ayuntamiento carca y ellos son progresistas", afirma, "y pretenden simplificar que Espartinas no progresa porque hay una calle que se llama General Franco", asegura. "Pero no la vamos a quitar porque no somos nadie para juzgar a la generación de nuestros abuelos", subraya el teniente alcalde, quien considera que el pueblo es una muestra de "la convivencia de los tiempos". "No le vamos a dedicar una calle a la Guerra Civil, pero queremos que se sepa que hubo 40 años de historia que, aunque muchos lo pretendan, no se pueden eliminar", sostiene.