Washington pide a Irán que no intervenga en caso de conflicto con Bagdad
Teherán niega haber mantenido los contactos con EE UU citados por 'The Washington Post'
Irán ha negado haber mantenido contactos con Estados Unidos para negociar un acuerdo tácito sobre su no intervención en una guerra contra Irak. The Washington Post aseguraba en su edición de ayer que el Gobierno del presidente George W. Bush ha pedido a Teherán que no interfiera en el conflicto ni en la futura solución política que impondría a Bagdad si cae el régimen de Sadam Husein. EE UU teme que Irán use la mayoría shií iraquí para desestabilizar el país.
Según The Washington Post, el mes pasado una delegación estadounidense se reunió en un país europeo con representantes iraníes para pedir a Irán que no obstaculice una intervención militar y coopere en la crisis humanitaria que previsiblemente desencadenará un conflicto. También habría solicitado la ayuda de los iraníes en operaciones de rescate si aviones estadounidenses fueran derribados cerca de su frontera. "No ha habido ningún contacto entre responsables iraníes y estadounidenses", declaró ayer a la agencia de noticias France Presse, el portavoz del Gobierno iraní, Abdalá Ramezanzadé.
Más de la mitad de la población iraquí es shií y EE UU teme que Teherán aproveche el caos de un posible conflicto para desestabilizar aún más la situación política si cae el régimen de Sadam Husein. Washington espera que los refugiados que busquen asilo en Irán no traten de torpedear un hipotético nuevo gobierno proamericano en Bagdad. La ONU estima que unos 250.000 iraquíes podrían huir hacia Irán en caso de conflicto.
Ofensiva diplomática
"Irán está en contra de una guerra y no piensa respaldar a ninguna de las partes", dijo el pasado viernes en Londres el ministro de Exteriores iraní, Kamal Jarrazi, tras una entrevista con su homólogo británico, Jack Straw. Pero Jarrazi también aseguró que no se opondría a una acción contra Sadam Husein si está respaldada por la ONU.
Desde que en enero de 2001 Bush incluyera a Irán en su eje del mal, las relaciones entre los dos países están en punto muerto. A finales del pasado mes, en su discurso sobre el estado de la Nación, el presidente estadounidense volvió a criticar al Gobierno de Teherán por "reprimir a su pueblo, tratar de adquirir armas de destrucción masiva y respaldar el terrorismo". Sin embargo, Washington, consciente de la importancia de un país que comparte más de 1.500 kilómetros de frontera con Irak, no ha ido más allá de las críticas verbales.
Es más, el Gobierno de Bush ha hecho lo posible, según decía The Washington Post, por indicar a las autoridades iraníes que sus planes para Irak no tienen como último objetivo Irán.
EE UU ha indicado que aceptaría la presencia en Irak de los actuales grupos de oposición shií que el año pasado fueron recibidos en Washington, junto con otros partidos en el exilio que buscan hacerse un sitio en el gobierno que eventualmente pueda sustituir al régimen de Sadam.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.