Dimite el segundo director general del Ministerio de Ciencia en dos semanas

Fernando Valdivieso, director general de investigación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, presentó ayer su dimisión, tras cinco meses en el cargo. Es el segundo cese de un director general de ese departamento en dos semanas, tras el relevo solicitado por Rolf Tarrach como presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Ambos abandonos se producen en un periodo de desánimo en la comunidad científica por la política del ministerio. Valdivieso declaró a este diario que su dimisión se debe "a razones absolutamente profesionales y personales".

Valdivieso, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Autónoma de Madrid, asumió el cargo de director general el pasado mes de septiembre, con el nuevo equipo del ministro Josep Piqué y el secretario de Estado Pedro Morenés. Una portavoz ministerial dijo ayer exclusivamente que Piqué "respetaba la decisión de Valdivieso y que era una pena por tratarse de una persona de su valía".

Valdivieso explicó que había elegido este momento para solicitar ser relevado porque "no hay nada pendiente, lo del programa Ramón y Cajal está todo solucionado, hemos finalizado el ejercicio y estamos en una época relativamente tranquila".

A la pregunta de si comparte la política del ministerio y si se solidariza con sus medidas, Valdivieso prefirió responder "Sin comentarios", explicando: "Prefiero guardar un poco las formas, ni siquiera he llegado a hablar todavía con el ministro, hemos quedado la semana que viene". También destacó: "Nadie me ha impuesto una línea política para nada, ningún criterio, ninguna limitación". Entre los motivos que adujo para tomar esta decisión, además del deseo de regresar al trabajo en su laboratorio dedicado a la investigación de la enfermedad del Alzheimer, y a sus clases, así como "razones personales". También comentó: "No es lo mismo ser catedrático de universidad y opinar libremente de todas las cosas, que estar en un cargo donde siempre tienes que tener cierta disciplina".

La dimisión de Valdivieso se añade a otros relevos de altos cargos en Ciencia y Tecnología. Así, desde que existe el ministerio hace menos de tres años, ha habido dos ministros, tres secretarios generales de Política Científica y la sustitución de los directores del CSIC y del Ciemat, recordó ayer Jaime Lissavetzky, diputado del PSOE y responsable de política científica en el grupo parlamentario socialista.

"Barco sin rumbo"

"Creo que la dimisión de Valdivieso es una muestra más, la muestra periódica, de la descomposición del proyecto de ciencia del Gobierno", añadió Lissavetzky, "el goteo de dimisiones o ceses es incesante y ésto lo que muestra es la carencia de un proyecto de política científica del Gobierno, que se ha agravado con la llegada de Piqué. Todo esto está generando un desánimo de la comunidad científica: son frecuentes las quejas referidas a retrasos en los pagos, de investigadores jóvenes que esperan entrar en los laboratorios, de la precariedad de becarios... el ministerio es un barco sin rumbo ni timón".

Tarrach anunció el pasado día 28 que dejaba el cargo de presidente del CSIC al no disponer apenas de libertad de acción para resolver los problemas de dicho organismo y no estar de acuerdo con las decisiones ministeriales. Ciencia y Tecnología aún no ha nombrado un sustituto a pesar de que haber hecho ofertas a varias personas.

Valdivieso comentó ayer que, en sus cinco meses como director general, había habido un período "muy duro", en concreto "los meses de ejecución del presupuesto, noviembre y diciembre, porque había un retraso bastante significativo que hubo que superar". Acerca del previsible sacrificio de la investigación y de la docencia al tomar la decisión de dedicarse a la gestión ministerial hace cinco meses explicó: "Uno puede, en un momento determinado, decidir aceptar el hacer el esfuerzo y el sacrificio a costa del tiempo personal y de la investigación; seguramente uno se cree que va a poder hacer más cosas de las que en realidad puede, luego la realidad se impone, las cosas no son lo mismo cuando algo empieza, es como cuando uno se casa y luego se divorcia".

Como causa de su dimisión, insistió en las razones profesionales para recuperar su plena dedicación al trabajo científico: "Uno no nota que ha perdido las cosas hasta que las ha perdido". Afirmó que cuando, en estos meses, ha ido a su laboratorio, se ha sentido "descorazonado por no estar trabajando en ciencia".