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El Reino Unido recorta los tipos hasta el nivel más bajo desde 1955

El Banco de Inglaterra dejó ayer en evidencia a la práctica totalidad de los gurús de la City londinense al recortar los tipos de interés en un cuarto de punto para dejarlos en el 3,75%, el nivel más bajo desde 1955. En esta ocasión pesó más el miedo a la recesión que los efectos de distorsión del mercado de la vivienda y el banco hizo caso por primera vez en mucho tiempo a la industria manufacturera. Con este recorte, modesto pero contra pronóstico, la autoridad monetaria británica reanuda una tendencia a la baja en el precio del dinero que se había estancado con 14 meses consecutivos en la misma paridad.

La Bolsa apenas respiró un poco al alza (subió un 0,37%) y la libra ligerísimamente a la baja frente al euro y el dólar en un ambiente en el que el mercado parece más pendiente de las expectativas de guerra que de los datos de coyuntura. Pero la decisión del Banco de Inglaterra invita más al pesimismo que al optimismo, porque revela que las perspectivas de la economía han empeorado.

Para la industria británica, que pierde 10.000 empleos al mes, la bajada es un reconstituyente financiero y moral, que se une al paulatino descenso de la paridad de la libra frente al euro. De un escenario con todos los males posibles, con una libra esterlina débil frente al dólar que encarecía las importaciones de petróleo, pero fuerte frente al euro que frenaba las exportaciones de las mercancías del país, la esterlina está pasando al mejor de los mundos al mejorar sus expectativas de exportar al gran mercado europeo, su entorno económico natural a pesar las alianzas trasatlánticas en materia política.

Sin novedad en la zona euro

Al contrario que Inglaterra, el Banco Central Europeo (BCE) no bajó tipos ayer, con lo que el precio del dinero sigue en el 2,75% fijado en diciembre. Sin embargo, no descartó hacerlo próximamente. "Temíamos que bajar los tipos ahora equivaldría a un gota que desaparecería en un oceáno de incertidumbre", formuló Wim Duisenberg, presidente del BCE, al término de una reunión del Consejo de Gobierno. El holandés resaltó los riesgos geopolíticos para el crecimiento de la zona euro y no dejó dudas de que, llegado el momento, el BCE actuará: "Cuando lo queramos, podemos hacer cualquier cosa", alcanzó a decir.

Estos comentarios, al igual que la insistencia de Duisenberg en señalar que el actual precio del dinero sólo es apropiado "por el momento", pueden ser interpretados como un aviso a los mercados de que la autoridad monetaria próximamente volverá a recortar su tipo director. Duisenberg recordó que la decisión de diciembre obedeció en buena parte a la necesidad de contrarrestar los riesgos de desaceleración en la zona euro. Desde entonces, "estos riesgos no han desaparecido, sino que más bien se han exacerbado", agregó, en otro comentario que llamó la atención de los expertos.

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