Europa confía en que Londres y París acorten diferencias
Los líderes europeos, divididos por su proximidad o lejanía ante las posiciones estadounidenses sobre Irak, vivirán la jornada de hoy pendientes del resultado de la cumbre franco-británica de Touquet (Francia). Un acercamiento entre las dos grandes potencias militares, con veto en el Consejo de Seguridad, es clave para que la UE pueda recuperar un mínimo consenso en su política exterior.
En caso de producirse algún acercamiento, Grecia, que este semestre preside la UE, verá más abierta la posibilidad de convocar para la próxima semana una reunión extraordinaria de ministros de Exteriores para hablar de Irak. Hoy mismo, el ministro griego de Exteriores, Yiorgos Papandreu, irá a Nueva York para entrevistarse mañana con sus homólogos de los cuatro países de la UE representados en el Consejo (Francia, Reino Unido, España y Alemania). "Tras las contactos, y a la vista de las pruebas de EE UU, se decidirá si se convoca esa reunión o incluso una cumbre de líderes", señalaron ayer fuentes oficiales griegas. Debido a las divisiones en Europa, Papandreu ha reducido la visita que está realizando a Oriente Próximo. "Consultaremos con los europeos tras escuchar a Colin Powell", añadieron las fuentes.
Francia y Reino Unido, pese a que Alemania mantiene el mayor rechazo a una participación en la posible guerra, representan los extremos ante Washington. París, junto con Berlín, bloquea la petición estadounidense de que la OTAN aborde los preparativos para implicarse en el conflicto y, a la vez, frena en el Consejo de Seguridad los ímpetus belicistas de Washington. Londres, junto a Madrid y Roma, se ha alineado con EE UU.
Opinión pública
Su posible acercamiento podría venir, señalan en Bruselas, de la aceptación por parte del francés Jacques Chirac de que el Consejo de Seguridad emita una segunda resolución antes del probable ataque, algo que Tony Blair exige a Bush para mitigar el fuerte rechazo de la opinión pública británica a una confrontación. "Depende de qué diga esa resolución", comentan fuentes francesas.
Si la crisis de Irak es hoy el asunto de mayor distanciamiento, ambos tienen también otras cuentas pendientes: la exigencia británica de cortar el presupuesto de la Política Agrícola Común (PAC) que tanto beneficia a Francia, la pretensión francesa de eliminar el cheque británico o las importantes iniciativas conjuntas de Francia y Alemania sobre el futuro de Europa sin contar con Londres. Fuentes francesas confirmaron ayer que Blair "tiene mucho interés" en presentar a Chirac una propuesta sobre defensa. Berlín y París presentaron la suya ante la Convención en noviembre.
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