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Apuntes

La Universidad Católica logra en un año una carrera técnica que Alicante prepara desde hace 5

Los académicos exigen "rigor" ante el desconocimiento del proyecto científico del Arzobispado

La Generalitat ha reiterado con insistencia -concretamente, en los últimos dos años- su intención de "no duplicar enseñanzas en el Sistema Universitario Valenciano", basándose en las directrices establecidas en el Plan Plurianual de Financiación (PPF) 1999-2003 y en el Mapa de Titulaciones. Estos objetivos se han cumplido, de manera escrupulosa, en el caso de las cinco universidades públicas valencianas y de la única privada, la Cardenal Herrera-CEU. Paradójicamente -y en un gesto que no tiene precedentes con los pasos oficiales andados- el Consell ha optado por allanar el camino legal a la Fundación Edetania (dependiente del Arzobispado) para que en septiembre pueda convertirse plenamente en una nueva Universidad Católica, en un tiempo récord: seis meses, desde entrada en la escena pública en octubre pasado del proyecto de creación de una segunda universidad privada impulsada por el arzobispo Agustín García-Gasco desde la Fundación Edetania.

El Consell autorizó el martes pasado la legalización de cuatro titulaciones que Edetania puso en marcha en octubre, de manera unilateral, sin autorización alguna y al margen del Consejo Interuniversitario, pero que, en franca contradicción, ya existen en el Sistema Universitario Valenciano. Con esta decisión, la Universidad Católica que aspira a tener 5.000 alumnos se abre paso de lleno en un mercado universitario que cada año tiene una sangría de entre 2.700 y 3.000 alumnos, según datos oficiales.

Con todo, "el paso más arriesgado del Gobierno valenciano", en opinión de los vicerrectores y académicos consultados, es "la autorización para que en septiembre próximo el Arzobispado pueda implantar una carrera altamente experimental", como es Ciencias del Mar (requisito indispensable para poder erigirse en universidad) de la que se desconoce el proyecto científico y académico, y entra en de lleno en competencia directa con la Universidad de Alicante, que lleva cinco años desarrollando esta titulación con una potente infraestructura docente y académica.

En un informe realizado en noviembre por la Universidad de Alicante al Consejo Interuniversitario, el Vicedecanato de Ciencias del Mar, plantea dudas fundadas sobre la solvencia de Edetania y cuestiona el cartácter "oportunista" y "carente de sentido de la petición", al considerar que "no se puede solicitar una carrera sin fundamento lógico, sin infraestructura docente e investigadora (en el área de las ciencias marinas) que garanticen una necesaria calidad".

"La Universidad de Alicante viene impartiendo el segundo ciclo de esta carrera desde el curso 1998-99 y ha invertido 5 años preparando la implantación, en la actualidad del primer ciclo". Esto ha supuesto un grado de planificación, de preparación del profesorado y de gestión de los recursos, "siguiendo las directrices de la Consejería de Educación, para implantarla con coste cero, aprovechando la capacidad docente e investigadora existente en esta universidad".

Al tratarse de una carrera "altamente experimental, con un fuerte componente aplicado", el equipo de gobierno, sostiene que "resulta necesaria la especialización del profesorado y unos recursos humanos y materiales importantes para dar calidad a unas enseñanzas, cuyo alumnado procede en un 50% del resto de comundidades autónomas". Esta infraestructura viene "garantizada", en su caso, por una plantilla docente que implica a 5 facultades, 11 departamentos, un Instituto del Agua y de las Ciencias Ambientales; además, de compartir recursos con unidades como: el Club Universitario de Buceo, el Instituto Marítimo Internacional y el Taller de Imagen. En plano institucional, la Universidad de Alicante tiene convenios con el Instituto Politécnico Marítimo del Mediterráneo, el Real Club de Regatas y el GIPE, además de contratos con empresas para la formación de alumnos en prácticas. Todo esto genera un potencial científico que, en este momento, tiene 11 líneas de investigación en Biodiversidad Marina a pleno rendimiento.

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En base a ello, los equipos de las tres universidades con sede en Valencia consultados, que ya mostraron su más airada oposición -primero a adscribir ninguna de las cuatro titulaciones puestas en marcha por Edetania que finalmente ha asumido la Universidad de Elche- piden "rigor" al Gobierno antes de culminar el proceso.

La autorización para que la nueva Universidad Católica entre en el mercado universitario el curso 2003-2004 (con unos precios que en la actualidad ascienden a 3.000 euros sólo para los primeros cursos) debe de hacerse, "con el máximo rigor", puntualiza una fuente, que subraya las "lagunas" y la "opacidad" que rodea al proyecto académico. En la práctica, los equipos universitarios coinciden en que "la decisión adoptada el martes [que deja sólo al arbitrio de un decreto la conversión de Edetania en universidad privada] compromete no sólo a la Dirección de Universidades, sino al Gobierno en pleno", por lo cual se hace más necesario que "el siguiente paso se haga con luz y taquígrafos".

"Mucho se nos está dando"

Poco se sabe del proyecto académico, pero sí de los planes de rehabilitación patrimonial del Arzobispado en el centro de Valencia: como el convento de Santa Úrsula, futura sede de la Universidad Catlólica. Un proyecto, tutelado personalmente por el arzobispo Agustín García-Gasco, que se tramita con celeridad desde la inscripción de la Edetania en el Registro de Entidades Religiosas Sección Especial en enero de 2000 y la designación del presidente, José Alfredo Peris en mayo. Fue en octubre de 2001, cuando el arzobispo lanzó su particular análisis "del conjunto de oferta universitaria valenciana" y anunció "las nuevas titulaciones para conformar un gran centro académico superior"; combinado con el proyecto "evangelizador" de Edetania para lograr "el protagonismo de los padres en la educación". Y todo, con la "ayuda eficaz de la Sección Española del Instituto Juan Pablo II para los Estudios del Matrimonio y de la Familia". Un año más tarde, el 23 de octubre de 2002, el propio García-Gasco confirmaba en "el comienzo de curso de los Centros Universitarios de la Fundación Edetania, la existencia de "motivos más que sobrados de gozo" (en referencia a las carreras estrenadas sin autorización). Y agradecía "a la sociedad valenciana y a la española haber respondido con estusiasmo a nuestra oferta". "Mucho se nos está dando, y mucho se nos exigirá". De momento, la Dirección de Universidades -que llevó el proyecto de Edetania al Consejo Interuniversitario de noviembre- sostiene que hay una "Memoria con los requisitos contemplados en el Real decreto 557/1991 para la adscripción de la Fundación Edetania", de la cual hoy por hoy se ignora al completo.

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