Alperi permite las obras de un hotel sobre unos restos arqueológicos
Sobre una posible necrópolis musulmana, sobre el antiguo convento de los Dominicos y sobre los restos de la primera ocupación cristiana en el centro de Alicante se está construyendo un hotel de lujo sin que el gobierno municipal del PP, que preside Luís Díaz Alperi, haya autorizado realizar las obligadas catas arqueológicas.
Según los vecinos y fuentes municipales la demolición de un antiguo caserón, cuya fachada da a la calle Mayor y por detrás llega hasta la calle Altamira, ha sacado a la luz algunos restos arqueológicos que no han sido analizados, ni catalogados. El inmueble incluido en el Plan Especial del Casco Antiguo (PECA) figura entre los edificios de interés genérico, y según la Ley del Patrimonio Cultural Valenciano se podría catalogar como bien de relevancia local.
Según los técnicos consultados por este periódico el PECA establece que es "responsabilidad del Ayuntamiento la vigilancia y supervisión de los trabajos arqueológicos y palentológicos que se realicen dentro del casco antiguo", y al mismo tiempo es obligatorio realizar un estudio previo sobre los efectos que las obras puedan causar en los restos arqueológicos del solar, un estudio que debe ser remitido a la Consejería de Cultura. En situación similar se encuentra el edificio de la calle Altamira número nueve.
Parar la obra
La dirección general de Patrimonio, según la legislación valenciana, podría parar la obra en marcha, ya que es "imprescindible" realizar catas y excavaciones arqueológicas en un edificio de estas características, según establece la Ley del Patriminio Valenciano. Según consta en una alegación de un vecino afectado, Miguel Ángel Milán, el Ayuntamiento de Alicante concedió licencia de obra para la construcción de este hotel para rehabilitar un inmueble incluido en el catálogo municipal de edificios protegidos. "Sin embargo, el Ayuntamiento no ordenó la realización de catas arqueológicas pese a exigirlas en el Plan Especial del Casco Antiguo. El departamento municipal de arqueología tuvo que reclamar oficialmente la realización de estas catas", asegura en su alegación el vecino.
Sin embargo, esta no es la única polémica en la que se ha visto envuelto este proyecto. La rápida concesión de la licencia de obras levantó sospechas en enero del año pasado entre los partidos de la oposición municipal. La negociación entre el alcalde, Luis Díaz Alperi y los propietarios del inmueble -la familia de Luis Gámir, amigo personal del alcalde, ex ministro con UCD y actual presidente de la Comisión Nacional de Privatizaciones-, provocó que la oposición municipal, y en especial el PSPV, denunciara "trato de favor", ya que el permiso para rehabilitar el inmueble se concedió sin haberse salvado el principal escollo: la compensación a los inquilinos que ocupaban el inmueble.
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