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El Gobierno de CiU difundió un sondeo oficial con datos falsos que favorecían a Mas

La Generalitat admite "errores" en la información remitida al Parlamento catalán

El Gobierno de Convergència i Unió (CiU) envió al Parlamento catalán en 2001 una encuesta con unas tablas falsas que beneficiaban a Artur Mas frente a sus rivales en la carrera por suceder a Jordi Pujol en la presidencia de la Generalitat. Esas tablas no coinciden con las originales, a las que ha tenido acceso EL PAÍS, y que contienen una valoración más favorable de los socialistas Pasqual Maragall y José Montilla, y del democristiano Josep Antoni Duran, que en aquel momento competía con Mas por la candidatura de CiU. David Madí, secretario de Comunicación del Gobierno, ha reconocido que las tablas enviadas al Parlamento autónomo son erróneas y ha anunciado que serán retiradas.

El resumen oficial de la encuesta, elaborada por Line Staff -la encuestadora preferida del Gobierno catalán-, fue presentado por Artur Mas el 9 de enero de 2001, sólo dos días antes de que Jordi Pujol decidiera su nombramiento como conseller en cap y lo consagrara como virtual candidato de CiU a la presidencia. El resumen que se difundió entonces situaba a Jordi Pujol y Pasqual Maragall empatados en valoración (6,6), seguidos de Duran (6,3) y Mas (6,2). Montilla obtenía un 5,2.

En cambio, según las tablas originales de la encuesta, Maragall era el líder mejor valorado (6,7). También Duran (6,4) y Montilla (5,3) obtenían un resultado mejor que el que se difundió. Aunque las diferencias son pequeñas, cualitativamente resultan significativas porque los datos divulgados ocultaban la ventaja de Maragall (le daban empate con Pujol) y reducían la ventaja de Duran sobre Mas en un momento clave para designar al delfín de Pujol, puesto al que ambos aspiraban.

Las tablas falsas que el Gobierno de CiU envió a la Cámara estaban mutiladas. Se eliminó para los líderes citados el renglón "no sabe no contesta" y su ponderación se sumó en otros renglones: así, se rebajó la nota de Maragall, Duran y Montilla. Tres técnicos consultados dictaminan que hay en ellas "indicios inequívocos" de manipulación.

El Ejecutivo catalán asegura ahora que enviará al Parlamento unas nuevas tablas. Pero tampoco coinciden con las originales -en poder de este diario-, aunque confirman la veracidad de éstas. Esta tercera versión toma como base las tablas originales e incluye por fin el "no sabe no contesta", antes escamoteado. Pero ahora se han modificado las tablas siguiendo un mecanismo parecido al que se utilizó con la información enviada a la Cámara. Así se obtienen los mismos resultados del resumen presentado en 2001.

El caso de Maragall es ilustrativo. En la versión espuria remitida al Parlamento, los encuestados correspondientes al "no sabe no contesta" de Maragall se sumaron al grupo que le concedía un 5, que al ser una puntuación inferior a su valoración media (6,7) rebajó ésta a 6,6. La tercera versión, que se entrega ahora, conlleva una manipulación más burda.

Para rebajar a Maragall, una parte de los que le puntuaban con un 8 se han sumado a los que le daban un 7. Y otra parte de los que le dieron un 2 se añaden a quienes le concedieron un 1. El resto de valoraciones son idénticas. También se mantiene igual el renglón "no sabe no contesta", eliminado en la segunda versión.

El Gobierno catalán y su encuestadora han fabricado esta tercera versión tras notificarles este diario que conocía las manipulaciones. El pasado 30 de diciembre, EL PAIS se reunió con el director general de Evaluación y Estudios de la Generalitat, Josep Camps, y con el administrador de Line Staff, Jordi Guixà, acompañados de un asesor de prensa y otro del Gabinete jurídico del Ejecutivo, para inquirir sobre las omisiones y cambios de datos. Guixà sostuvo ese día que los datos enviados al Parlamento eran veraces y consideró "irrelevante" la ausencia del epígrafe "no sabe / no contesta". Pero admitió la posibilidad de que hubiera errores y se comprometió a estudiar el sondeo y a dar una respuesta en 15 días.

28 días después se celebró la reunión aplazada, a la que Guixà se negó a asistir, incumpliendo su compromiso. En su lugar participó el secretario de Comunicación del Gobierno, David Madí, estrecho colaborador de Mas, quien justificó la ausencia de Guixà por su "desconfianza" hacia este periódico.

Madí y Camps admitieron que el sondeo enviado al Parlamento "contiene errores" que, en su opinión, "no alteran la esencia de los datos difundidos", y anunciaron que las tablas falsas serían corregidas. Line Staff acompaña las terceras tablas con un certificado de que estas sí "son las correctas".

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