Alerta en la frontera de Tailandia y Camboya tras unos graves disturbios

Tailandia evacuó ayer de Phnom Penh a centenares de nacionales y suspendió la cooperación económica con el país vecino tras los ataques del miércoles por la noche contra la embajada e intereses tailandeses en la capital camboyana por nacionalistas. Fuentes militares de Tailandia dijeron que una persona resultó muerta y que al menos siete de los evacuados han tenido que ser tratados de heridas. Sin embargo, la policía camboyana no ha confirmado ninguna víctima mortal en los disturbios, que en un principio se atribuyeron al supuesto comentario de una actriz tailandesa de que los templos de Angkor, símbolo nacional de Camboya, son de Tailandia. El Gobierno tailandés comenzó la evacuación con el envío a Phnom Penh de cuatro aviones militares de transporte que ayer regresaron a Bangkok con unas 500 personas. Otro aparato en el que iban cerca de un centenar de miembros de las fuerzas especiales se quedó en Phnom Penh. El rey de Tailandia, Bhumibol Adulyadej, intervino para calmar a su pueblo, cuya ira creció peligrosamente a lo largo del día por las imágenes televisivas de la violencia antitailandesa vivida la víspera en Phnom Penh. "Hemos detenido todas las actividades con Camboya. Ningún camboyano está autorizado a entrar en Tailandia y evacuaremos a todos los tailandeses" de allí, dijo ayer el Gobierno. Las fuerzas de seguridad tailandesas destacadas en la frontera están en "alerta" y la Armada ha situado a varios buques de guerra en los límites marítimos.