El Reino Unido castigará los casos más graves de pederastia con cadena perpetua
La reforma castiga con la cárcel aproximarse con fines sexuales a niños
El Gobierno británico anunció ayer una potentísima batería de medidas penales para luchar contra la pederastia. La reforma, la primera que el Reino Unido emprende en este terreno desde hace 50 años, establece la cadena perpetua para los casos más graves de pederastia. La ley castiga asimismo con penas de hasta 10 años a los adultos que desnuden a niños y de hasta cinco años a los que entablen amistad con un menor con el ánimo de tener relaciones sexuales.
El Gobierno británico ha decidido combatir la pederastia con una severa reforma legislativa que ha desatado polémica por su aparente impracticabilidad y por afectar la presunción de inocencia. Entre las medidas se incluye un nuevo delito que prevé pena de cárcel a los sospechosos de cortejar a un menor. Cualquier adulto que entable amistad con un niño o una niña con fines deshonestos se enfrentará a un castigo de cinco años en prisión incluso antes de que haya cometido un delito sexual. "Enmiendas de este tipo corren el riesgo de alimentar el temor y la desconfianza de forma que nos apartamos del objetivo principal, que es la protección de los niños", advirtió ayer John Wadham, director de la organización de derechos civiles Liberty.
La relación sexual con un menor de 13 años se considerará violación y podrá ser penada con cadena perpetua en sus casos más graves. Inducir a un niño a desnudarse se castigará con un máximo de 10 años de prisión, que puede elevarse hasta los 14 si se establece contacto físico durante el encuentro.
Hacía 50 años que Londres no iniciaba una reforma de su legislación en delitos sexuales. La publicación del proyecto de ley coincide con una serie de notorias detenciones de celebridades de la televisión y de la industria pop a raíz de sendas investigaciones sobre redes de pederastas. Y responde al clamor popular desatado tras el asesinato de dos escolares de 10 años el año pasado y una tercera pequeña en julio de 2000 a manos de un presunto perturbado sexual y un individuo con antecedentes de pederastia, respectivamente.
Proteger a los vulnerables
"La protección de los niños y de los más vulnerables de la sociedad es una prioridad de este Gobierno. El crimen sexual contra menores puede resquebrajar el tejido social", dijo David Blunkett, ministro del Interior, al anunciar ayer la reforma.
Su proyecto de ley actualiza también los delitos sexuales entre adultos, de forma que hacer el amor en un local público podrá penalizarse con hasta seis meses en prisión. Los convictos de delitos sexuales deberán, por otra parte, actualizar anualmente sus datos personales en el registro oficial. Esta medida se requiere actualmente cada cinco años.
El Gobierno alemán también se sumó ayer al endurecimiento de las penas relacionadas con la pederastia, informa Efe. Las ministras de Familia y Justicia, Renate Schmidt y Brigitte Zypries, respectivamente, propusieron un borrador de ley que sustituye por condenas de cárcel las sanciones económicas. El plan eleva de 10 a 15 años la pena máxima de cárcel prevista por pederastia y amenaza con sanciones a quienes tengan conocimiento de los abusos y no los denuncien. Quienes abusen de menores se enfrentarán a penas de entre uno y 15 años no sólo en el caso de violación, como hasta ahora, sino también cuando haya tocamientos o masturbación.
Además se introducen nuevos delitos -los abusos en los que no haya contacto corporal, como ofrecer una revista pornográfica a un menor-. Los abusos sexuales contra disminuidos físicos o psíquicos se equipararán al abuso de menores.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.