La UCI del hospital Ciudad de Jaén
El 3 de noviembre, un familiar muy querido por mí, ingresó en la UCI del hospital Ciudad de Jaén en una situación muy delicada que me ha llevado a visitar dicho hospital con frecuencia. Mis muchas horas en la sala de espera de la UCI me han permitido observar cómo los enfermos ingresados en esta unidad, cuando tienen que ser llevados a cualquier otra instalación hospitalaria (quirófano, escáner, TAC) son sacados de la UCI y esperan en pasillos (abarrotados de gente) a que llegue uno de los ascensores que está siendo utilizado por el público.
Cuando llega el ascensor, el personal sanitario pide a los ocupantes que desalojen, cuestión que normalmente se hace sin problemas, aunque todos al salir examinan detenidamente al enfermo. La salida de cadáveres sigue el mismo proceso. En un día he llegado a ver cinco cadáveres, algo que anima bien poco a familiares de otros enfermos, pendientes de la evolución de un ser querido, ansiosos de avances positivos, temerosos de la mala noticia. En esta situación se encuentra la madre y el esposo de mi familiar. Dos meses y medio angustiados.
Un ser querido que ya son dos: a los dos meses de estar en UCI y con 28 semanas de gestación, se le extrajo el crío que desde entonces permanece en la UCI de prematuros. Podrían irse a su casa a 70 kilómetros del hospital, pero no quieren y están en su derecho de no moverse del hospital. Pero el Ciudad de Jaén no dispone de un lugar donde poder asearse los familiares de enfermos en UCI y esto es un problema incomprensible en la sanidad del siglo XXI.
Estas situaciones se pueden solucionar con muy poco presupuesto y algo de voluntad. ¿Por qué no se hace? El 4 de diciembre escribí una reclamación en este sentido en el Libro de Reclamaciones del Hospital Ciudad de Jaén, pero ni me han contestado ni espero que lo hagan. Lamentable.
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