Israel se dispone hoy a reelegir al nacionalista Sharon en las urnas

Ariel Sharon, de 74 años, será a partir de hoy el nuevo primer ministro de Israel. Nadie duda de la victoria del ex general y de su partido nacionalista Likud en las elecciones legislativas que se celebrarán durante todo el día y en las que están llamados a participar casi cuatro millones de votantes. Los últimos sondeos confirman el triunfo de los nacionalistas con hasta 32 escaños, en un Parlamento de 120 diputados, seguidos de los laboristas con 19.

Las encuestas otorgan hasta 13 puestos al partido laico Shinui. El gran reto de Sharon será construir a continuación una mayoría parlamentaria y un Gobierno estable que le permita dirigir el país durante los cuatro años que dura la legislatura.

Estas elecciones generales, las cuartas que celebra Israel en poco menos de siete años, se desarrollarán en medio de la apatía, la desesperanza y el cansancio, en plena crisis económica mientras se dispara el índice de paro (10,5%) , se registra por segundo curso un crecimiento negativo del producto nacional bruto y la Intifada entra en un callejón sin salida tras haberse cobrado más de 2.000 muertos, 700 de los cuales son israelíes.

Los comicios, como sucedió en los precedentes de febrero de 2001, se celebrarán hoy en medio de un gran despliegue policial, por el miedo a los atentados terroristas palestinos, lo que ha llevado a las autoridades militares a cerrar a cal y canto los territorios autónomos y a prohibir cualquier tipo de movimiento. El temor de un atentado se ha acrecentado en las últimas horas tras las amenazas vertidas por los grupos fundamentalistas de Hamás y Yihad Islámica, como represalia por las operaciones militares de Gaza, en las que murieron 13 palestinos y unos 60 fueron heridos.

Los últimos sondeos prevén que el Likud gane hasta 11 escaños, pasando de 21 actualmente a 32. Los laboristas, encabezados por Amram Mitzan, perderán al menos siete puestos, de 25 en la Cámara saliente a 18, y sufrirán así la peor derrota en la historia electoral del laborismo en Israel provocando una profunda crisis en el partido que fundó el país y que durante tres décadas gobernó de manera hegemónica.

El contrapunto lo ofrece el partido Shinui (el Cambio), encabezado por el periodista Tomy Lapid, que se anuncia como la gran revelación de estas votaciones al lograr más de 15 puestos cuando hasta ahora contaba sólo con seis diputados.

El triunfo del Likud y de Ariel Sharon parece tan evidente que el líder del partido nacionalista se ha permitido el lujo de redactar en los últimos días el discurso de su victoria e incluso de filtrar el espíritu del texto a la prensa. El documento ha sido redactado por un consejero político, Eyal Arad, según relataba ayer el diario Yedioth Aharonot, quien aseguraba que el mensaje estará dirigido a los votantes del Likud, pero también a la oposición laborista.

El gran reto del antiguo general Sharon empezará, sin embargo, una vez pronunciado este discurso y cuando tenga que iniciar sus trabajos para formar una coalición estable y firme, de más de 60 diputados que le permita gobernar el país durante los cuatro años que dura oficialmente la legislatura. De este modo, evitaría repetir la experiencia anterior, en la que su periodo de primer ministro se ha visto recortado a prácticamente la mitad y ha durado sólo dos años. Sharon había sido nombrado jefe de Gobierno en marzo de 2001 tras haber derrotado a su opositor Ehud Barak y podía haber continuado en su puesto hasta finales del año 2004.

Oficialmente los trabajos para la formación del nuevo Gobierno se iniciarán el 17 de febrero, una vez constituido el Parlamento, jurado los diputados el cargo y cuando Sharon, como jefe del grupo más votado, reciba del presidente de Israel el encargo de formar Gabinete. Tendrá un plazo de tres meses y en el caso de que no lo consiga deberá convocar de nuevo elecciones.