Incidente en la Biblioteca Nacional
A propósito de los textos publicados por EL PAÍS en la Opinión del Lector los días 30-12-2002 y 31-12-2002, en relación con una carta de la que es autor don Julio Gómez de Salazar en la que se vierten serias acusaciones contra el jefe de seguridad y otras personas adscritas a la Biblioteca Nacional, tengo a bien remitirle, una vez concluido el expediente informativo, la contestación enviada al señor Gómez de Salazar. A efectos de reivindicar el buen nombre de los funcionarios y personal laboral ofendidos con falsedad, le ruego que publique esta carta.
Al señor Gómez de Salazar: como tuve a bien informarle en nuestra carta del 17 de diciembre de 2002, contestando a la suya del día anterior, en la que presentaba su reclamación, se inició de forma inmediata un expediente informativo, cuya constancia de hechos ha quedado concluida el 17 de enero.
Como usted mismo comprenderá, la investigación abierta tenía que ser meticulosa y detallada en extremo, dada la naturaleza del caso y las serias y preocupantes acusaciones que vertía usted en su carta del día 16, ya referida, y más tarde publicada en EL PAÍS (31-12-02) y La Razón (17-01-03), contra el jefe de seguridad y, por extensión, contra otras personas adscritas a este organismo autónomo Biblioteca Nacional.
Concluida la referida investigación, me permito poner en su conocimiento, de forma privada y públicamente, que el contenido de su carta en relación con las graves ofensas que profiere y pone usted en boca del mencionado jefe de seguridad, Javier Cobo Corces, no es en ningún caso veraz, conforme a la constancia de los hechos fehacientemente comprobados.
En mi calidad de director general, no sólo no accederé a sus imperiosas exigencias contra don Javier Cobo Corces, ni tampoco solicitaré al mencionado señor que proceda a una rectificación de sus actuaciones, en todo momento correctas y ejemplares, sino que le rogaría que, en lo sucesivo, se abstuviera usted de incumplir sistemáticamente las normas vigentes de la Biblioteca Nacional, como viene haciendo, y se abstuviera igualmente de provocar y faltar al personal de este organismo autónomo al que usted, lamentablemente, se enfrenta, de forma reiterada, hiriendo los criterios generalmente aceptados de la más elemental cortesía, respeto a los demás y pautas de adecuada conducta.
Le informo, asimismo, que con fecha del 17 de enero se ha remitido al defensor del Pueblo, don Enrique Múgica Herzog, el informe requerido por tan alta institución constitucional y la constancia de hechos que documenta.
Si los incidentes por usted generados dieran lugar a acciones legales por falsas imputaciones de delitos, públicos o privados, insultos y atropellos, faltando contra el honor y la integridad en la identidad de funcionarios públicos y personal laboral, fieles servidores del bien común, le informo igualmente que este organismo autónomo iniciaría el expediente que proceda ante la Abogacía del Estado.
Al Defensor del Pueblo: en contestación al escrito número 103, de fecha 2 de enero, y en relación a la denuncia presentada por el lector Julio Gómez de Salazar publicada en EL PAÍS el 30 de diciembre pasado, me permito acompañar, primero, un informe emitido por esta dirección general e instado por esa institución en el escrito de referencia; segundo, un acta para constancia de hechos, referidos a la conducta del citado lector en la Biblioteca Nacional, redactada por el jefe del área de personal, económica y de régimen interior, al encontrarse vacante la subdirección general gerencia por fallecimiento de su titular.
Informe: el escrito de queja presentado por el lector don Julio Gómez de Salazar y Alonso constituye en la mayor parte de sus expresiones una reclamación novelada, cuajada de faltas a la verdad, con tergiversación de hechos e invención de palabras.
Que las expresiones "... venía cuando le salía de los cojones" y "... el Defensor del Pueblo me toca los cojones", que imputa al jefe del servicio de seguridad, Francisco Javier Cobo Corces, no fueron pronunciadas en momento alguno, ni en el incidente que describe el denunciante ni en ninguno otro de los muchos que ha originado.
Que se conduce en la Biblioteca Nacional con la constante idea de provocar discusiones, emitir insultos y proferir amenazas, repitiendo que antes de morir va a arreglar la Biblioteca Nacional, a la que estima como verdadero desastre, añadiendo con frecuencia que cuando sea director general de la misma y concejal de Cultura por el PSOE realizará destituciones y cambios de puestos de trabajo.
Que con palabras groseras, amenazantes y de mal gusto, fabula situaciones inexistentes y tacha de ignorantes a quienes le escuchan.
Que ha ido buscando sucesivos enfrentamientos con diversos niveles de personal, con predominio de vigilantes y bibliotecarias, intentando engañar, especialmente en materia de fotocopias, para poner en evidencia a los responsables.
Que he requerido al jefe del área de personal, económica y de régimen interior que, tras la minuciosa investigación, redacte el acta para constancia de hechos que documenta este informe.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.