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Reportaje:

Los bebés mueren en Chiapas

Más de 30 niños han muerto en diciembre por falta de asistencia básica en el Estado más pobre de México

Juan Jesús Aznárez

La indígena Esther Sántiz sacó a su hijo del Hospital General de Rancho San Martín, en Chiapas, porque no se fiaba. Se le murió en la choza cuando le daba el primer biberón. Antes, casi todos en diciembre, habían fallecido otros 30 recién nacidos en el hospital de Las Margaritas, en el municipio Comitán, por enfermedades curables. Cientos de madres tojolabales ocuparon el centro hasta que se les garantizó la destitución de su directora. Médicos federales y cubanos llegaron al empobrecido Estado para efectuar un diagnóstico de situación. La conclusión es adivinable: faltan recursos humanos, medicinas y la infraestructura es deplorable.

Los Gobiernos de Ernesto Zedillo (1994-2000), el último en manos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y de Vicente Fox canalizaron hacia Chiapas millonadas para sacar al Estado de su atraso desde que la sublevación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en enero de 1994, pusiera a ese empobrecido Estado en el mapa internacional. Pero la escandalosa mortandad descubierta en Las Margaritas demuestra hasta qué punto estos recursos han sido insuficientes, torpemente aplicados o absorbidos por la corrupción o el clientelismo político.

A Esther Sántiz se le murió su hijo en la choza cuando le daba el primer biberón

Los niños murieron, según las primeras investigaciones, por infecciones relacionadas con partos prematuros en vientres desnutridos, aspiración de sustancias tóxicas, asfixia o sepsis neonatal, dificultades respiratorias, hemorragias cerebrales o cardiopatías congénitas, en dos casos.

El gobernador chiapaneco, Pablo Salazar Mendiguchía, pidió a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y a la Fiscalía del Estado una investigación epidemiológica y legal, respectivamente, para depurar responsabilidades, algunas de las cuales le competen.

Cuatro médicos cubanos efectúan un recorrido por las 10 jurisdicciones sanitarias de Chiapas para identificar las áreas donde su colaboración puede ser más eficaz. Su llegada ha despertado suspicacias dentro del Gobierno de Fox, cuyas relaciones con Fidel Castro son precarias. Fuentes oficiales del Estado sureño dijeron que el arribo se efectúa en aplicación de un convenio entre los dos países.

El 59% de los nacimientos en Chiapas durante el año 2000 fueron atendidos por parteras y sólo el 28% se desarrollaron en hospitales, según el Comité por una Maternidad Voluntaria. En las comunidades indígenas el primer índice se dispara hasta el 90%. Esta ONG señala que, con el presupuesto destinado a la salud, resulta imposible ofrecer una cobertura real y brindar servicios de atención al embarazo y parto de más de 800.000 mujeres en edad reproductiva.

El cuadro pintado por las autoridades es desolador, prueba de las abismales diferencias existentes entre el pujante Monterrey del Norte y el subdesarrollado sur. "En Chiapas se requiere de 500 centros de salud y 2.000 plazas para abatir el rezago", admitió Salazar. "Hay un rezago brutal de 30 años. Estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo para avanzar, aunque en seis años no vamos a poder revertirlo".

El drama de Chiapas estaba cantado a juzgar por las advertencia recibidas por el Hospital de Comitán en fechas previas. La población, en cartas dirigidas a la dirección del centro, pedía mayor atención y control en los cuidados neonatales. La propia Administración estatal, según el gobernador, alertó a la Secretaría (Ministerio) de Salud sobre una alerta sanitaria en ciernes. Todos eluden culpas, mientras los míseros dudan sobre ingresar a sus hijos o aventurarse en las chozas.

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