Una Europa con más disparidades

Hoy, 68 millones de europeos (el 18% de la Unión Europea) viven en regiones cuya renta media por habitante está por debajo del 75% de la media comunitaria. A partir de mayo del año que viene, cuando ingresen en el club otros diez nuevos países, serán ya 116 millones de personas las que vivan con rentas inferiores a ese porcentaje. Ese mes se habrá duplicado la diferencia de renta entre los 45 millones que habiten en las regiones más ricas y los 45 millones que estén en las menos favorecidas.

Los ejemplos extremos están recogidos en el informe que aprobará la semana que viene la Comisión. Según las estadísticas del año 2000, entre los 25 países que integrarán la Unión, un londinense tiene una renta del 266% con respecto a la media europea, mientras la de un ciudadano de la región de Lubelskie (Polonia) sólo es del 29,4%. Este último porcentaje es superior en casi diez puntos a los de regiones de Bulgaria y Rumania, los países que entrarán en el año 2007.

En la UE actual, la región griega de Ipeiros es la que registra la renta más baja (51,9%), no muy lejos de Extremadura (58,4%) y Andalucía (67,4%). Al respecto, la Comisión denuncia que en el seno de la UE actual han crecido en exceso las diferencias de renta entre regiones de un mismo país. Madrid, por ejemplo, figura en la lista de las más ricas con una renta del 121%.

Pero algunos países prefieren que el criterio de la renta no sea el único a tener en cuenta a la hora de tener acceso a los fondos estructurales o regionales. Como señala la Comisión, varios presionan para que ese dato se combine, por ejemplo, con las tasas de empleo y paro, algo que podría beneficiar a buena parte de las regiones españolas, como Ceuta y Melilla, que ocupan el puesto decimonoveno en la lista con menor tasa de empleo de la UE actual (un 45,4% de tasa de empleo y un 26,3% de paro).