¿Hasta cuándo?
No tengo ganas de volver a explicar a nadie que Cataluña es una nación. No me da la gana de pedir a diario lo que es mío. No soporto que nadie me insulte impunemente ni pienso colaborar a que se perpetúe la vergonzosa sumisión diaria de los catalanes. Me gustaría que los mismos catalanes de origen andaluz contestasen al individuo Jiménez de Parga y lo pusieran en su lugar. Queda claro que no cabemos en la España constitucional.
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