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La Sindicatura censura al Impiva por dar ayudas a empresas que no son pymes

El Instituto de la Pequeña y Mediana Industria Valenciana (Impiva) ha recibido también su parte de varapalo en el último informe del Síndic de Comptes, correspondiente al ejercicio de 2001. Aparte de llamar la atención sobre diversas ayudas concedidas ese año, la pega más relevante que refleja el trabajo del organismo fiscalizador de las cuentas de la Generalitat y sus organismos se refiere a la necesidad de intensificar las comprobaciones que se realizan para determinar la consideración de las mercantiles solicitantes de ayudas como pequeñas y medianas empresas (pymes). Por ello, el informe recomienda al Impiva que exija las cuentas anuales auditadas, las declaraciones del impuesto de sociedades e informaciones análogas, tanto de los beneficiarios de las ayudas como de las entidades que tengan participación en el capital de los mismos, con el fin de determinar si superan dichos límites.

El informe de la Sindicatura cuestiona los criterios del Impiva a la hora de distribuir en el ejercicio de 2001 ayudas económicas que suman 454.807 euros (75,6 millones de pesetas). Entre ellas destaca una de 102.172 euros concedida a una empresa, dentro del programa de energías renovables, en la que "se ha detectado que la inversión justificada por el beneficiario es inferior al coste elegible del proyecto". En este mismo caso, según el informe, "en la justificación de gastos presentada se incluyen facturas correspondientes a los ejercicios de 1999 y 2000, al tratarse de un proyecto para el que se concedió una ayuda en el ejercicio de 2000 por importe de 30.051 euros, que fue revocada por no justificación de la ejecución del proyecto".

La gala de los premios Nova

Otro de los casos en los que el Síndic de Comptes ha puesto objeciones es el de los servicios de catering y restauración para la gala de los premios Nova de 2001. Éstos, según el informe fiscalizador, "fueron contratados el 16 de mayo de 2001, por un importe de 72.121 euros. El 17 de mayo de 2001 [el mismo día de celebración de la gala] se formalizó una adenda al contrato inicial, por importe de 7.259 euros. De la revisión de las facturas presentadas por el contratista se desprende", siempre según el Síndic, "que la primera factura, emitida el 15 de mayo de 2001, es anterior a la fecha del contrato y, por tanto, que los servicios adicionales incluidos en la adenda y facturados por el contratista no han sido adecuada y suficientemente justificados".

Otro caso curioso en el que incide el Síndic es el de la ayuda a una empresa, acogida al programa de gestión industrial del medio ambiente, por importe de 23.917 euros, en cuyo expediente "se ha comprobado que en la justificación de costes elegibles presentada por el beneficiario se han duplicado gastos, al figurar tanto el importe global de una factura como el de un anticipo a cuenta de la misma, sin que haya sido minorada la ayuda percibida". Por ello, el Síndic insta al Impiva a "iniciar el correspondiente expediente de minoración".

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