La Convención sobre el futuro de Europa debate la propuesta de una presidencia estable para la UE
La Convención sobre Europa aborda hoy y mañana uno de los debates cruciales para la refundación de la UE. El foro que preside el francés Valéry Giscard d'Estaing entra de lleno en la discusión sobre cómo serán las instituciones de la Unión, quiénes las dirigirán, cómo serán elegidos éstos y qué competencias tendrán. Es el capítulo más relacionado con el futuro reparto del poder en la UE y el que aclarará el camino hacia una Europa más o menos federal. Un punto clave a dilucidar es si la Unión debe tener un presidente estable, como sostienen París y Berlín, o mantener las presidencias semestrales, como quieren los países pequeños del club.
El centenar de miembros de la Convención discutirán a partir de hoy cómo será el Consejo Europeo (las cumbres de los jefes de Estado o Gobierno), el Consejo (las formaciones sectoriales de ministros o consejos de ministros, hoy nueve), la Comisión Europea (el Ejecutivo comunitario u órgano apolítico e independiente, integrado ahora por 20 comisarios), el Parlamento Europeo (hoy con 626 escaños y a partir de 2004 con más de 700) y el Tribunal de Justicia de la UE (compuesto hoy por un juez por cada Estado).
El Consejo Europeo es la cúpula de poder de la UE, que adopta decisiones cruciales como la puesta en marcha de la moneda única o la ampliación del club a 10 Estados más a partir de 2004. Ahora, cada semestre lo preside un país diferente, y por eso "parece mucho más un foro en el que las presidencias sucesivas buscan el acuerdo sobre sus objetivos y prioridades de preferencia", como señala el documento para el debate de hoy que ha elaborado el Presidium o directorio de la Convención.
Es esa falta de continuidad el principal defecto que se achaca al Consejo Europeo, sin olvidar que, de mantenerse el turno semestral, a un país le correspondería presidir la UE cada 12 años y medio a partir de 2004, algo que los grandes no admiten. Por eso han sido países grandes como Francia, Reino Unido, Italia o España y, al final, Alemania, los que apoyan la idea de un presidente del Consejo Europeo elegido por los líderes para periodos de cinco años o de dos años y medio renovables.
Pero hay otras fórmulas sobre la mesa: hacer presidencias colectivas entre tres países de turnos sucesivos; presidencias por equipos de cinco o seis países con un equilibrio geográfico, político y económico, o simplemente mantener el sistema semestral actual como desean todos los países pequeños, salvo Dinamarca.
Críticas de la Comisión
Las funciones de ese presidente "a plena dedicación", según la propuesta de París y Berlín, serán las de preparar las reuniones de los Consejos Europeos y representar a la UE en los contactos con otros jefes de Estado o primeros ministros en el exterior. Tendrá su sede en Bruselas. Para la Comisión, cuyo presidente elegido por cinco años también reside en Bruselas, ese paso supondrá "abrir una indeseada competencia" entre los dos presidentes de los principales órganos de la Unión. Será además, creen en el Ejecutivo comunitario, el sistema para que los Gobiernos puedan contrarrestar el poder del día a día de la Comisión.
Para países como Alemania o el Benelux, esa fórmula supone un freno a la hora de lograr una mayor unión política en Europa. Por eso aplauden la concesión que ha hecho Francia al admitir que el presidente de la Comisión sea elegido por el Parlamento, y no como ahora, que es designado por el Consejo Europeo y la Eurocámara se limita a ratificarlo. Alemania tendrá 99 escaños en esa Cámara, frente a 72 de Francia o Reino Unido y 50 de España. Aun así, habrá un eurodiputado alemán por cada 829.000 alemanes y uno maltés por cada 76.000 malteses.
Las ideas que sobre esas instituciones cuenten con mayor consenso quedarán incorporadas al proyecto de Constitución Europea.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.