¿Tensión en la familia Husein?
La tensión ha crecido en las últimas semanas en el entorno del presidente iraquí, Sadam Husein, y de su familia, según cuentan fuentes de la Administración de Estados Unidos. El régimen ordenó en noviembre el cierre de Babel, el periódico que dirige Udai Husein, el primogénito del dictador, después de que publicara que una delegación iraquí había viajado a Libia para hablar sobre un posible asilo. Pero el hermetismo del régimen, sólo comparable al de Corea del Norte, según EE UU, impide conocer la profundidad de la división entre Udai y su padre. Esta misma semana, la revista alemana Der Spiegel ha contado, citando fuentes diplomáticas árabes y occidentales, que Sadam Husein ha puesto varias condiciones a un posible exilio en un país del norte de África: la salida de tropas estadounidenses del Golfo, el levantamiento del embargo y el fin de la misión de los inspectores.
Éste ha sido el más documentado de todos los rumores o indicios de los últimos días sobre un exilio del dictador, en Rusia o en un país árabe. Algunos países de la zona como Kuwait han pedido públicamente a Sadam Husein que se vaya para evitar una guerra, y diplomáticos de varios países del Golfo están trabajando en esa línea en sus contactos internacionales de los últimos días.
Sea a través del exilio o a través de la derrota, EE UU espera ser recibido en Bagdad como un libertador y no como una fuerza de ocupación. "Esperamos ser bien recibidos, y dependerá de nosotros ser también bien recibidos 6, 12 meses después o el tiempo que tengamos que estar allí", asegura una fuente norteamericana. "Porque el objetivo no es ocupar su país, sino liberarlo".
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