Venezuela: para huir de Chávez

EL PANDEMONIO nacional causado por la huelga general contra la presidencia de Hugo Chávez terminó por decidir a numerosos venezolanos descendientes de españoles que dudaban entre permanecer o irse. "Con Chávez no se puede. Aquí no puedo desarrollar mi carrera", se lamentaba un músico. Cientos de personas, hasta 3.000 durante los primeros días, se agolpan a las puertas del Consulado español para adquirir o recuperar la nacionalidad. Otros sólo piden información. Cerca de 200.000 podrán ser españoles si lo desean. Las motivaciones de quienes aguardan varían: los más jóvenes quieren labrarse un futuro, y los mayores, vivir en paz, saber que serán atendidos en la enfermedad o la vejez. El grueso de los que renuncian a quedarse en Venezuela o que sólo pretenden tener el pasaporte listo para poder irse si la crisis estalla en sangre son contrarios al Gobierno de Chávez, a quien culpan de no haber sabido hacer un Gobierno de consenso. "Después de ganar seis elecciones seguidas, tuvo todo a su favor y no supo aprovecharlo. Al contrario, nos enfrentó a los unos contra los otros. Esto no había pasado nunca en Venezuela. Así no se puede vivir", señala un profesional del sector hotelero, uno de los más afectados por una crisis económica que ha quebrado miles de empresas y ha vaciado hoteles. El consulado da números para la entrega de la documentación porque, aunque 16 funcionarios trabajan a toda máquina, sólo pueden procesar 150 casos al día. Los últimos solicitantes deberán esperar hasta mediados de febrero para poder ser atendidos. Venezuela se ha sumado a otros países de América Latina que fueron de acogida y ahora son de emigrantes. Es un fenómeno relativamente reciente en la nación del Orinoco porque el venezolano no quiso emigrar pese al progresivo deterioro de la situación, que disparó la pobreza hasta cerca del 80% y empezó hace dos decenios, cuando acabó el auge petrolero.