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Los alcaldes franceses no acuden a la apertura del túnel de Somport

La inauguración del túnel de Somport, que une España con Francia a través de las regiones de Aragón y Aquitania por el Pirineo central, se celebró ayer en un ambiente agridulce, con los deberes hechos por parte del Gobierno español y con debes del lado del Ejecutivo francés. De hecho, en la apertura -a la que asistieron los ministros de Transportes francés y español, Gilles de Robien y Francisco Álvarez-Cascos, acompañados de la comisaria de Transportes de la Unión Europea, Loyola de Palacio, y del presidente aragonés, Marcelino Iglesias- no estuvieron los 13 alcaldes del valle del Aspe. Éstos mostraron así su descontento con su Gobierno, que no ha acondicionado las carreteras del valle, incapaces de absorber el tráfico que salga de este paso. El túnel estará abierto día y noche para todo tipo de vehículos excepto para las mercancías peligrosas, que necesitarán un convoy especial.

Pese a todo, la inauguración fue calificada de histórica por parte de los representates españoles y franceses. De Palacio puso el acento en que un proyecto que nació como una vía regional es ya una comunicación transeuropea. La comisaria abogó por regular las comunicaciones combinando la carretera con el tren y por reforzar el eje central del Pirineo con un paso de mercancías. Con 8.608 metros de longitud, 5.700 de los cuales se encuentran en parte española, el túnel cuenta con nueve galerías de evacuación, seis de ellas en territorio español y tres en francés, de las que ocho están conectadas al túnel ferroviario y una al exterior. Son necesarias otras diez, que se prevé que estarán acabadas en febrero o marzo. Considerado uno de los más seguros de Europa, su apertura se ha retrasado seis años por el empeño francés en reforzar su seguridad tras el trágico accidente del túnel del Mont-Blanc en 1999.

254 millones

Con una inversión de 254 millones de euros, el paso desemboca en una carretera regional, la N-134, que sigue sin acondicionar. En la inauguración hubo ausencias destacadas. Además de las de los 13 alcaldes del valle del Aspe , tampoco estuvo el presidente de Aquitania, Jacques Rouset, molesto por la situación de las carreteras francesas, que son incapaces de absorber el tráfico que llega desde España. Los habitantes del valle celebran hoy sábado una protesta para reivindicar la reapertura del ferrocarril Canfranc-Oloron, la mejora de las carreteras, la autovía Pau-Burdeos y el túnel de baja cota del Vignemale.

En la rueda de prensa posterior al corte de la cinta el ministro francés aseguró comprender esas reivindicaciones, y aunque dejó clara la apuesta de su Ejecutivo por la reapertura del ferrocarril de Canfranc, también dijo que no será a corto plazo y que las prioridades son los pasos en los extremos de la cordillera.

Se calcula que en 2013 circularán por este paso 2.432 vehículos por día -446 pesados-. Actualmente transitan poco más de mil, de los que 150 son pesados.

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