_
_
_
_
_
Reportaje:SIGNOS

La Alhambra, en fotografías desde 1840

Una exposición recoge las mejores instantáneas del monumento entre los siglos XIX y XX

La Alhambra es quizá uno de los monumentos más fotografiados del mundo y uno de los primeros que fueron objetivo de las cámaras, allá por el año 1846. Así lo demuestra la exposición Imágenes en el tiempo: Un siglo de fotografía en la Alhambra (1840-1940), que fue inaugurada ayer en el Palacio de Carlos V. Más de 120 fotografías muestran los continuos cambios que experimentó el recinto nazarí desde mitad del siglo XVIII.

La muestra estará abierta hasta el 15 de julio y permitirá que todos los visitantes que acudan a la Alhambra contemplen no sólo cómo fue en el pasado, cuando en el recinto vivían familias gitanas que hicieron de los palacios nazaríes su hogar, sino también cómo pasó de ser un lugar prácticamente abandonado y casi ruinoso a uno de los monumentos más visitados del mundo.

"Lo que el público va a poder ver es cómo la Alhambra se miraba a sí misma y cómo sirvió de inspiración a los fotógrafos", explicó ayer la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Carmen Calvo. "Lo que se va a poder ver es cómo pasó un siglo entero por el monumento".

Las 120 fotografías que se exhiben en la sala de exposiciones del Palacio de Carlos V son de todas clases, desde los primeros daguerrotipos realizados por autores desconocidos, hasta fotografías coloreadas y embellecidas por quienes tomaban las instantáneas. También pueden contemplarse curiosos personajes, patriarcas gitanos, o personajes históricos que han pasado por el recinto monumental, como Falla, García Lorca o Manuel Ángeles Ortiz.

Hay muestras tan llamativas como una del Patio de los Arrayanes, en donde alguna familia instaló su vivienda, abrió un hueco para una ventana, le colocó una reja y un tendedero para la ropa. Otras muestran uno de los grandes atractivos de la Alhambra en las dos primeras décadas del siglo XX: la posibilidad de vestirse de árabe al más puro estilo romántico y fotografiarse montado en alguna de las esculturas del Patio de los Leones.

"Todas las fotos son especiales", explicó ayer Javier Piñar, comisario de la exposición, que permanecerá abierta a diario desde las 9.00 hasta las 18.00. "No hay ninguna que queramos destacar sobre las demás: queremos dejar que sea el espectador el que elija la foto que le resulta más curiosa y llamativa".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Se tiene constancia de que la primera foto que se hizo en la Alhambra fue en 1840, durante una visita del escritor Teophile Gautier, aunque es un daguerrotipo que ya no existe. Piñar contó ayer como anécdota que, durante aquella visita, que duró varios días, la costumbre fue poner las botellas de vino a enfriarse en la taza de la fuente del Patio de los Leones.

"Además de ser un homenaje a la propia Alhambra es también un homenaje a la fotografía", agregó por su lado Carmen Calvo, quien aprovechó además su presencia en Granada para participar en la presentación del libro De la expansión árabe a la Reconquista: Esplendor y fragilidad de Al-Ándalus, de Pierre Guichard, una obra editada por El Legado Andalusí y que, según la consejera, "logra hacer que desaparezcan muchos tópicos, malos y buenos, sobre Al-Ándalus".

Pierre Guichard explicó que el libro pretendía ser lo más objetivo posible y basarse ante todo en el rigor histórico. Profusamente ilustrado, y traducido al francés, el inglés y el árabe, tiene una tirada inicial de 3.000 ejemplares. La obra, de 300 páginas, es todo un repaso a la historia de Ál-Ándalus, desde la llegada de los primeros musulmanes hasta la rendición de Granada en 1492, pasando por sus momentos de máximo esplendor.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_