Un industrial socio de Berlusconi, dispuesto a invertir en Fiat Auto

El nombre de Emilio Gnutti, un conocido empresario de Brescia (norte de Italia), se ha sumado durante el fin de semana a la lista de aspirantes a rescatar al grupo Fiat de la grave crisis que le atenaza. Gnutti, dueño de la firma Hopa, en la que participa con un 5,4% Fininvest, holding del primer ministro Silvio Berlusconi, estaría dispuesto a desembolsar una importante suma para recapitalizar la maltrecha filial de automóviles del grupo de Turín.

De acuerdo con el diario británico Financial Times, la cifra en juego ascendería a los 500 millones de euros, más o menos la misma que ha ofrecido Roberto Colaninno -el otro empresario interesado en Fiat- para entrar en el capital de la casa del Lingotto. A diferencia de Colaninno -del que fue socio en la escalada a Telecom Italia en 1999-, Gnutti no pretende, al parecer, hacerse cargo de la gestión del grupo.

Los rumores del interés de Gnutti coincidieron con una nueva alza en la Bolsa de Milán de los títulos de Fiat, que experimentaron una subida del 2,62%. Según la prensa italiana, el plan de Gnutti no sería una aportación completamente nueva, sino que el empresario sustituiría al Tesoro italiano, aportando de su bolsillo los fondos necesarios para llevar a la práctica el plan diseñado por el banquero Guido Roberto Vitali, supuestamente inspirado por el Gobierno.

La batalla por el control de Fiat vería enfrentados así a dos empresarios del norte del país, Gnutti y Colaninno. Este último daba ayer los últimos toques a su plan de rescate, según fuentes próximas al ex presidente de Telecom. Colaninno ha decidido modificar su estrategia en el mismo sentido apuntado por el plan de los bancos acreedores de Fiat, es decir, segregando Fiat Auto de Fiat Spa, para pasar a una recapitalización de la filial de automóviles, intentando reactivarla.

Según fuentes próximas al empresario de Mantua, éste presentará su plan a finales de esta semana al presidente de Fiat, Paolo Fresco. Mientras, su rival, Gnutti, espera valerse de sus excelentes contactos con el Gobierno para presentar su propuesta a la familia Agnelli, principal accionista.

Huelga general

El ministro de Industria, Antonio Marzano, ha reiterado la importancia de que siga adelante el plan de reestructuración aprobado por la empresa y por el Ejecutivo el mes pasado, que prevé 8.100 despidos y la venta de sociedades no vitales del grupo. La dirección de Fiat informó la semana pasada de la buena marcha de este plan, gracias al cual el grupo ha conseguido reducir su deuda de los más de 6.000 millones de euros del verano pasado a 2.700 millones.

Sindicatos y empresa alcanzaron ayer un acuerdo sobre el despido temporal de un centenar de empleados; acuerdo no suscrito por el principal sindicato italiano, la CGIL, que anunció ayer una huelga general de cuatro horas en la industria y el artesanado para el 21 de febrero en protesta por "el declive industrial de nuestro país, del que el caso Fiat es emblemático".