Colom dirigirá una oficina para inmigrantes en Casablanca

Àngel Colom ha reaparecido en el mapa político catalán de la mano del Gobierno de Convergència i Unió (CiU). El ex líder de Esquerra Republicana (ERC) y del Partit per la Independència (PI), actual militante de base de Convergència Democràtica (CDC), dirigirá la segunda oficina de integración y selección laboral que la Administración catalana tiene previsto abrir en Casablanca (Marruecos) el próximo mes de marzo.

Àngel Colom, uno de los apóstoles del independentismo, será a partir de marzo director de la segunda oficina de la Xila (Xarxa d'Informació i Selecció Laboral en Origen). Militante de CDC desde el año 2000, no ha sido objeto de encargos especiales por parte del partido, más bien se ha mantenido en una discreta segunda línea.

En diciembre pasado, CDC lo puso al frente de la campaña de ayuda que desde Cataluña se dirigía hacia Somalia, Etiopía y Sudán. Anteriormente y como senador formó parte de una delegación que recorrió la Argelia golpeada por la guerra civil. Por tanto, ni África es una novedad para Colom ni tampoco lo es el islamismo. De hecho, entre 1978 y 1980 hizo un largo viaje a Irán, Sri Lanka, Afganistán e India. Vivió en directo la revolución que acabó con el sha en Teherán, un periplo que abrió los ojos a este nacionalista nacido en 1951 en Pruit, en el corazón de la Cataluña carlista.

Las ideas de Ghandi hicieron también mella en el independentista que articuló entre 1981 y 1987 la Crida a la Solidaritat, una plataforma creada en réplica al Manifiesto de los 1.300, que encabezado por Federico Jiménez Losantos y Amando de Miguel denunciaba una supuesta persecución del castellano en Cataluña. Las protestas de Colom fueron siempre pacíficas, lo que no le evitó multas. En 1986 le costó 225.000 pesetas haber pintado de rosa la fragata Capodanno, perteneciente a la sexta flota de Estados Unidos. En su haber político figura en lugar destacado la negociación para que Terra Lliure dejara la armas, en verano de 1991.

Tras siete años como secretario general de ERC, y ocupando el cargo, en 1996 protagonizó uno de los episodios políticos más insólitos que se recuerdan: abandonó el partido, junto a la diputada en el congreso Pilar Rahola, y fundó el PI, que se disolvió en 1999 tras el revés sufrido en las municipales de junio. El 23 de febrero de 2000, y junto a un centenar de ex colaboradores, ingresó en Convergència Democràtica.