La UE pospone a 2007 el inicio de la reforma agrícola con menos recortes
Las ayudas directas al campo quedarían reducidas en un 6% en 2012
La Comisión Europea propuso hace seis meses recortar las ayudas directas al campo hasta en un 20%. Ahora, una vez que los jefes de Estado y de Gobierno decidieran en octubre congelar el presupuesto más abultado de la Unión Europea, el de la Política Agrícola Común (PAC), la Comisión baraja una reforma de menor alcance: un recorte del 6% en 2012 y posponer el inicio de los cambios hasta 2007, en vez de en 2005. Tampoco habrá ya tope alguno para que las grandes explotaciones perciban subsidios. Las nuevas propuestas serán analizadas por los ministros de Agricultura de la UE a finales de este mes.
El comisario de Agricultura, el austriaco Franz Fischler, mantiene la filosofía básica de la reforma: desvincular las ayudas agrícolas de la producción y acumular, dentro de lo posible, en una sola prima anual las subvenciones para cada explotación, lo que ya mereció el pasado año duras críticas por parte del sector agrario europeo.
Aunque la nueva propuesta de reforma es de menor alcance, el recorte paulatino que van a sufrir las ayudas directas al campo europeo (que suman ahora unos 30.000 millones de euros anuales) va a ser probablemente similar. El Consejo Europeo de Bruselas, celebrado en octubre pasado, decidió reducir paulatinamente el presupuesto total de la PAC dedicado a la agricultura clásica limitando su crecimiento a un porcentaje del 1% anual (no se impuso techo, sin embargo, al dinero destinado a desarrollo rural).
El recorte es muy sustancial, dado que, además, con prácticamente el mismo dinero (unos 39.000 millones de euros anuales) se cubrirán las necesidades agrícolas no ya de 15 países, sino de 25. Tal medida ha movido a Bruselas a revisar su proyecto de recortar las ayudas directas en un 3% anual acumulativo (hasta el 20% en 2012) y proponer ahora un recorte del 1% a partir de 2007, lo que desembocará en 2012 en un recorte total del 6%.
Para las grandes explotaciones hay una buena y una mala noticia. Por un lado, el comisario de Agricultura, Franz Fischler, ha retirado su propuesta de limitar a 300.000 euros anuales la ayuda anual por explotación, una medida que habría afectado negativamente en España a 130 explotaciones. Por otro, sin embargo, todas aquellas que perciban más de 50.000 euros anuales de subvención europea sufrirán un recorte superior a ese 1% anual. La proporción exacta se desconoce todavía, porque la idea de Fischler es cargar a tales instalaciones el coste de la reforma láctea y la del azúcar.
Las pequeñas explotaciones, las que perciben anualmente menos de 5.000 euros, quedan exentas de la revisión propuesta. Tal extremo, unido al hecho de que los mayores recortes los sufrirán las grandes explotaciones, favorece, según una fuente de la Comisión Europea, al campo español, tradicionalmente atomizado por pequeñas instalaciones de dimensiones casi familiares.
Mercado abierto
Las reformas del azúcar y los lácteos están todavía pendientes de decisión, de ahí que Bruselas no pueda cifrar ahora su coste. Los países miembros de la UE podrían descartarlas, pero no es probable, ya que a partir de 2008 el mercado europeo quedará abierto al azúcar proveniente de los países más pobres del mundo en virtud de la iniciativa Todo menos armas.
La reforma láctea también es casi obligada, debido a los acuerdos alcanzados en la Organización Mundial del Comercio (OMC), que prevén una reducción de la producción, según explica otro experto de la Comisión Europea.
La nueva propuesta de Franz Fischler debe ser estudiada ahora por el resto de los servicios de la Comisión, cuyo colegio de comisarios la aprobará previsiblemente el próximo día 22 de enero. Posteriormente, el Consejo de ministros de Agricultura de los días 27 y 28 de este mismo mes, la analizaría.
"Esta nueva propuesta no hace más que seguir el mandato de los jefes de Estado y de Gobierno", comenta un técnico de Agricultura de la Comisión. "Ellos dictaminaron un recorte drástico del presupuesto agrícola y lograr ahorros suplementarios para destinar más fondos al desarrollo rural. Parte de los recortes ahora propuestos irán a desarrollo rural y otra parte, a las reformas pendientes. Confiamos, de todos modos, en que los jefes de Estado y de Gobierno cumplan su acuerdo de aumentar independientemente el presupuesto destinado a programas de desarrollo rural", añadió.
El desarrollo rural europeo percibe actualmente unos 7.000 millones de euros anuales y ningún país se opone a aumentar esta factura. El recorte del gran grueso de la PAC (los 39.000 millones dedicados a la agricultura clásica) motivó la división de la Unión Europea en dos grandes bloques: Alemania, Reino Unido y Suecia, entre otros, a favor; Francia, España e Italia, entre otros, en contra.
Sin embargo, el acuerdo de la cumbre de Bruselas lo diseñaron Francia y Alemania, y recibió el beneplácito de países tan afectados como España, que en 2001 percibió nada menos que 7.738 millones de euros del presupuesto de la PAC, una cifra sólo superada por Francia.
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