Paso subterráneo de la Puerta de Alcalá
Hace pocos días se inauguró un nuevo revestimiento lateral en el paso subterráneo de la Puerta de Alcalá. Pues bien (mejor dicho, pues mal), al pasar ayer por allí me indignó ver que está totalmente pintarrajeado, por ambos lados, de la moda actual del grafito. Y así están casi la totalidad de los cierres metálicos de los establecimientos de Madrid. ¡Esto es una verdadera vergüenza! Y contra esta plaga poco se puede hacer por parte de las autoridades municipales.
En mi modesta opinión -a grandes males, grandes remedios- será necesario tomar drásticas soluciones, si no queremos ver toda nuestra ciudad hecha una porquería. Mi sugerencia es, lamentándolo mucho, que se prohíba, terminantemente, la fabricación y venta de los artilugios que los gamberros de turno utilizan para afear nuestra ciudad. Si no se hace así, nuestra vista seguirá contemplando, por muchos años, el espectáculo que, algunos, consideran un arte que debe perpetuarse en las capitales y pueblos de España.
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