Europa lucha contra el temporal de lluvia y bajas temperaturas

Varios países de Europa siguen sufriendo los efectos del mal tiempo con lluvias, inundaciones y vientos huracanados. Los ríos han desbordado sus cauces en Bélgica, Francia, Alemania, Portugal y Reino Unido. En Polonia, más de 180 personas han muerto por hipotermia. En Moscú son ya más de 220 los muertos por congelación. Finlandia se congela en la peor ola de frío de los últimos 15 años.

Bélgica recupera poco a poco la normalidad tras la ola de lluvias que se registra desde hace más de una semana y que ha causado inundaciones y el desbordamiento de algunos ríos, especialmente en el sur del país. Ayer se procedía lentamente a las operaciones de limpieza y crecía el optimismo ante las previsiones de una menor intensidad de las precipitaciones. Mientras Bélgica se recuperaba, las autoridades holandesas decretaban la alerta.

El descenso de las aguas es general en todos los ríos. El Meuse, el Ourthe y el Bajo Semois, que el viernes representaban una amenaza para las poblaciones colindantes, se encuentran ya a los niveles habituales. Continúan inundadas algunas zonas de la provincia de Gante, una de las más afectadas junto a las de Namur y Luxemburgo. Miembros de la familia real belga visitaron ayer algunas de las localidades más golpeadas.

En cambio, la situación en Holanda no mejora, lo que ha obligado a las autoridades a decretar la alerta en la región meridional de Limburgo. En la ciudad de Roermond han sido colocados diques temporales de contención para reforzar a los ya existentes ante el peligro de nuevas crecidas del agua.

El Instituto Nacional holandés para la Gestión de las Aguas (Rijkswaterstaat) informó de que numerosas localidades están inundadas debido a la crecida de algunos ríos, y algunos comercios han tenido que cerrar sus puertas. En Roermond (al sur), las autoridades han ordenado la instalación de varios diques desmontables de aluminio para reforzar las protecciones ya existentes en un país ya de por sí alertado por el peligro de las crecidas del agua, debido a su baja altura. En Maastricht -frontera con Alemania- el nivel del Meuse bajó en las últimas horas, al igual que ocurrió en las zonas de Bélgica afectadas por el temporal de lluvia.

La ola de intenso frío que azota Finlandia desde las pasadas navidades, con temperaturas inferiores en algunas ocasiones a los 40 grados bajo cero, está poniendo a prueba la capacidad del país para superar los rigores de su ya duro invierno nórdico. El tráfico de trenes es el más afectado, ya que los empleados de la compañía ferroviaria deben descongelar constantemente los sistemas hidráulicos de los vagones y las agujas de cambio de vía, lo que está provocando numerosos retrasos. También el tráfico marítimo se ha visto afectado, pese a la intensa actividad de los barcos rompehielos, que despejan los puertos y abren vías en el hielo de forma continua.