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El Reino Unido enviará a 20.000 soldados al Golfo y movilizará a 7.000 reservistas

El canciller Schröder insiste en que Alemania no participará en un conflicto armado con Irak

El Gobierno británico anunciará la próxima semana el despliegue de por lo menos 20.000 soldados en el golfo Pérsico y la movilización de 7.000 reservistas como preparativos para una posible guerra contra Irak, informaba ayer el periódico The Daily Telegraph. Entre los preparativos figura además el despliegue de una fuerza de la Marina británica, a cuyo frente estará el portaaviones Ark Royal, añade el rotativo londinense. La oficina del primer ministro rechazó ayer hacer ningún comentario sobre las informaciones del diario, aunque un portavoz declaró que "la guerra no es inevitable".

Altos mandos militares informarán de estos planes de despliegue al primer ministro británico, Tony Blair, que ayer volvió de sus vacaciones en Egipto. Después, el jefe de Gobierno anunciará el despliegue ante el Parlamento, añadía el matutino. A mediados del presente mes de enero el Reino Unido y EE UU aumentarán la presión sobre el líder iraquí, Sadam Husein, para que entregue sus armas de destrucción masiva.

Con la aparente negativa del presidente iraquí a ceder a estas presiones de Washington y Londres, se acepta a ambos lados del Atlántico que una guerra empieza a verse como inevitable, comentaba el periódico británico. La información de The Daily Telegraph también afirma que la partida de una fuerza de la Marina británica puede producirse dentro de dos semanas, mientras que miembros de la Primera División Armada del Reino Unido empezarán a prepararse para una eventual invasión.

El Ministerio de Defensa ha dialogado en el último mes con los empleadores de las fuerzas de reservas para asegurarse de que están disponibles para su movilización. Estas fuerzas, entre las que figuran médicos y enfermeras, pasarán un tiempo en centros de entrenamiento en Donington y Strensall, al noreste y norte de Inglaterra, respectivamente.

Por otro lado, el diario The Times señalaba ayer que una guerra contra Irak puede evitarse si Husein entrega las armas, deja el poder por las presiones de líderes árabes o es derrocado en un golpe. Ese diario dice que Blair y el ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, harán esfuerzos para mantener abierta la posibilidad de una solución diplomáticao. El Gobierno quiere mantener la amenaza militar para que Husein vea que la guerra es inevitable a menos que acepte el desarme.

Inspectores

A su vez, los inspectores de armamento de la ONU han establecido un cuartel general permanente en la ciudad de Mosul, en el norte de Irak, para facilitar sus desplazamientos y optimizar su trabajo, según informaron ayer fuentes de Naciones Unidas. Mosul está a unos 375 kilómetros al norte de Bagdad, última ciudad controlada por el régimen de Bagdad antes de entrar en la zona bajo autogobierno kurdo. "Esta nueva sede nos ayudará a ampliar y acelerar las pesquisas en todo el país, especialmente en la zona septentrional", declaró a los periodistas el portavoz de los inspectores en Bagdad, Hiro Ueki.

Su trabajo en busca de armamento no convencional en Irak comenzó hace 36 días, sin que hasta la fecha los expertos hayan dado noticia de prueba alguna sobre las armas nucleares, químicas y bacteriológicas que según Estados Unidos y el Reino Unido esconde el régimen de Bagdad.

Desde Berlín, el canciller alemán, Gerhard Schröder, reiteró ayer que Alemania no tomará parte en una acción militar contra Irak, pero rechazó manifestarse sobre cuál sería el voto de su país en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Un convoy de vehículos de los inspectores de la ONU pasa junto a un mural de Sadam Husein en Mosul.
Un convoy de vehículos de los inspectores de la ONU pasa junto a un mural de Sadam Husein en Mosul.REUTERS

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