Nuevos espacios engrosan la red de microrreservas vegetales protegidas

La Consejería de Medio Ambiente ha declarado 33 nuevas microrreservas en las provincias de Alicante y Valencia, de forma que la lista de espacios vegetales de pequeña extensión que se pretende conservar alcanza 188 enclaves que ocupan un total de 1.143 hectáreas. En estas microrreservas se busca proteger especies vegetales raras, endémicas o amenazadas, según Medio Ambiente.

La conservación de la flora silvestre suma 831 nuevas hectáreas de espacios protegidos en Alicante y Valencia tras la decisión de la Consejería de Medio Ambiente de declarar 33 microrreservas en las dos provincias. La Comunidad Valenciana cuenta así con 188 microrreservas que ocupan un total de 1.143 hectáreas. Estos enclaves protegidos no superan las 20 hectáreas de extensión y la declaración como microrreserva, a través de una orden de Medio Ambiente, pretende favorecer la conservación de especies vegetales raras, endémicas o amenazadas.

Las nuevas microrreservas de Alicante relacionadas en una nota emitida ayer por la Generalitat, ya se incluyeron en otro comunicado a principios de diciembre, por lo que el número de espacios de este tipo en esa provincia se mantiene en 78. Los enclaves aprobados en diciembre se sitúan en Tabarca, en el Illot de la Nau, y en los términos municipales de Benifallim, Benifato, Crevillent, Dénia, Elche, La Romana, Santa Pola, Teulada, Villena y Xàbia, donde se quiere proteger varias especies vegetales en una superficie de 3,367 hectáreas de La Granadella, según datos de la Consejería de Medio Ambiente.

Mientras, en la provincia de Valencia se declaran 22 zonas situadas en Albalat dels Tarongers, Albaida, Andilla, Barx, Cortes de Pallás, Jalance y Jarafuel, Requena o Xeresa, entre otras poblaciones.

Estos espacios reúnen una gran variedad en tipos de hábitat, desde los pastizales herbáceos y tomillares -como en el caso del enclave de Lloma Coca en Real de Montroi-, los islotes litorales -dentro del archipiélago de Tabarca se protege el Illot de la Nau, con especies endémicas y matorrales halonitrófilos-, a los saladares o lagunas asociadas, como las Salines del Pinet en Santa Pola. Medio Ambiente también ha seleccionado para esta red de microrreservas bosquetes de tejos, como los de Fuente de la Puerca en Chera, y zonas de valor paisajístico e interés para excursionistas, como el Barranco de la Hoz de Enguera o las riberas del río Tuéjar.

Según la consejería, muchas de estas microrreservas son "zonas aptas" para las actividades del programa Conservación de hábitats prioritarios, cofinanciado por la Generalitat y la Comisión Europea a través del programa Life-Naturaleza.

La orden de declaración de las microrreservas incluye el plan de gestión de cada parcela limitando algunos usos y favoreciendo otros para mantener las especies de estos enclaves.