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Un nuevo tratamiento contra el cáncer causa 124 muertes en Japón

El Gobierno nipón aprobó el fármaco de AstraZeneca en cinco meses

El Iressa, un pionero fármaco anticanceroso de una nueva familia, ha causado 124 muertes en cinco meses en Japón. El medicamento, que sólo está autorizado en el país asiático, se ha empleado en 19.000 enfermos con cáncer de pulmón que no responden a la quimioterapia o la radioterapia. Otros 370 pacientes han sufrido efectos secundarios. Ante estos hechos, el Gobierno ha endurecido las condiciones para su prescripción.

El nuevo fármaco, que ha sido desarrollado por la multinacional anglo-sueca AstraZeneca, inhibe la unión de los factores de crecimiento a las células epidérmicas, con lo que interrumpe la proliferación que causa el cáncer. Su novedad empujó al Gobierno japonés a autorizarla por un procedimiento de urgencia, y se convirtió, con menos de seis meses de tramitación, en el segundo fármaco que se ha aprobado en menos tiempo en el país asiático.

Por el momento, tan sólo Japón ha autorizado (el pasado mes de julio) el uso del medicamento, que se emplea en enfermos que han fracasado con otros tratamientos. En Estados Unidos, más de 10.000 personas lo consumen como parte de ensayos o por medio del llamado uso compasivo (una autorización especial que se da para casos en los que no hay otro tratamiento posible y cuando se considera que el riesgo del medicamento compensa el peligro que representa el estado de salud del paciente).

Ya en octubre, el Ministerio de Sanidad japonés anunció que había detectado 22 muertes relacionadas con el fármaco, por lo que endureció sus condiciones de prescripción. Fuentes de la compañía descartaron entonces que los fallecimientos se debieran al nuevo tratamiento, y los achacaron al mal estado físico de los enfermos.

A pesar de las muertes, las autoridades japonesas no han retirado el medicamento del mercado. El porcentaje de afectados (un 2,6%) es bajo, y se trata de enfermos para los que no existe otro tratamiento. Como medida de precaución, el Gobierno japonés ha creado un grupo de 12 expertos que se encargará de controlar el medicamento y sus posibles efectos.

Este equipo ha prohibido usar el Iressa junto con la quimioterapia, se hará un estudio hospitalario de cuatro semanas de los enfermos antes de empezar el tratamiento, se intensificará la información que se dé a los pacientes y se restringirá el suministro de Iressa (que se consume como una pastilla) a los hospitales. Además, los enfermos tendrán que permanecer hospitalizados durante 24 horas después de recibir cada dosis.

Envase y comprimidos del medicamento anticanceroso Iressa.
Envase y comprimidos del medicamento anticanceroso Iressa.ASSOCIATED PRESS

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