Fallece a los 73 años Íñigo Cavero, presidente del Consejo de Estado
Derecha e izquierda destacan su talante democrático y su amplia trayectoria centrista
El presidente del Consejo de Estado y ex ministro, Íñigo Cavero Lataillade, falleció ayer en Madrid a los 73 años, según informaron fuentes de la citada institución. El fallecimiento se produjo en la clínica La Luz, a causa de un infarto. La capilla ardiente quedó instalada por la tarde en la sede del Consejo de Estado, en la calle Mayor, de Madrid, a la que acudió sobre las ocho y media el presidente del Gobierno, José María Aznar. Portavoces de los principales partidos políticos resaltaron la figura de quien ocupara las carteras de Educación y Ciencia y Justicia en Gobiernos de Adolfo Suárez.
Los Reyes enviaron un telegrama a la viuda, Belén Martínez Campos, nada más tener conocimiento del fallecimiento del presidente del Consejo de Estado. Don Juan Carlos y doña Sofía manifiesta su reconocimiento a la "vocación de servicio a España que ha desarrollado en las distintas misiones que se le encomendaron, especialmente en su última etapa en el Consejo de Estado". El Rey ha remitido otro telegrama a los consejeros de Estado, a través del consejero permanente Landelino Lavilla, en el que se muestra "profundamente apenado" por "tan triste e inesperada noticia".
Íñigo Cavero había ingresado en la clínica La Luz la semana pasada, tras sufrir un derrame cerebral. El entierro se realizará mañana en Cintruénigo (Navarra), donde tiene raíces la familia y donde residen algunos parientes.
El presidente del Gobierno acudió a la capilla ardiente acompañado de su esposa, Ana Botella. Fue recibido por un hijo del fallecido y por Landelino Lavilla. Poco antes de las ocho y media, se había celebrado una misa reservada a la familia.
Javier Arenas, secretario general del PP -partido en el que militaba Cavero desde junio de 1991- destacó que el fallecido "siempre ha expresado un compromiso firme con la democracia desde su ideología humanista-cristiana". El ministro de Justicia, José María Michavila, declaró que "trabajó para la democracia y la convivencia".
El líder del PP vasco, Jaime Mayor Oreja dijo que le tuvo siempre "como una referencia permanente en política". Desde el principal partido de la oposición, Álvaro Cuesta, secretario de política municipal del PSOE, manifestó que Cavero "fue un gran humanista y un importante jurista, de firmes convicciones democráticas, por quien los socialistas y todos los demócratas hemos sentido siempre un profundo respeto".
También el diputado y portavoz de Izquierda Unida, Felipe Alcaraz, mostró su pesar y resaltó que Cavero era "un centrista de los originarios (...) muy fácil de tratar desde otra ideología".
Íñigo Cavero, nacido en San Sebastián el 1 de agosto de 1929, fue uno de los asistentes en 1962 al Congreso del Movimiento Europeo en Munich, conocido por la dictadura franquista como "el contubernio", lo que le costó siete meses de destierro en El Hierro. En 1977 fue nombrado ministro de Educación en el Gobierno de Suárez fruto de las primeras elecciones democráticas.
Era abogado, con estudios de economía y derecho tributario en Bilbao y Estrasburgo (Francia)Tenía los títulos de barón de Carondelet y de la Torre y era académico de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Tenía ocho hijos. Ocupaba la presidencia del Consejo de Estado desde 1996.
Además de la citada,ocupó las carteras de Justicia y, en dos ocasiones, Cultura, entre 1977 y 1981, primero con Suárez y luego con Leopoldo Calvo Sotelo,
Tras el destierro en la isla canaria, Cavero se había integrado en el comité político de Democracia Cristiana, partido por entonces clandestino, que encabezaba José María Gil-Robles y Quiñones.
Poco después, abandonó este para integrarse en Izquierda Democrática, dirigido por Joaquín Ruiz-Giménez. También formó parte del grupo de opinión Tácito.
En 1975 abandonó Izquierda Democrática después de que el partido decidiera integrarse en la Junta Democrática inspirada por el PCE. Junto a Fernando Álvarez de Miranda fundó el Partido Popular Demócrata Cristiano (PPDC), del que fue secretario general. Integrado en la coalición Unión de Centro Democrático (UCD), en 1977 fue elegido diputado por Madrid y luego ministro.
En 1979 fue reelegido diputado de UCD por Baleares. Desde el 4 de abril, ocupó la cartera de Justicia. El 8 de septiembre de 1980 sustituyó a Ricardo de la Cierva al frente del Ministerio de Cultura. Bajo su mandato se produjo el traslado a Madrid del Guernica de Picasso.
En 1985, tras la crisis de UCD se integró en el Partido Demócrata Popular (PDP). Fue elegido de nuevo diputado por Madrid el 22 de junio de 1986 por la coalición AP-PDP-PL. En 1989, tras la crisis del PDP, se integró en el Centro Democrático y Social (CDS), de Adolfo Suárez, partido que abandonó en 1991.
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