132 aulas de integración acogerán en enero a 1.600 niños inmigrantes

La Consejería de Educación ha dado un paso atrás en su intención de crear aulas completamente separadas para los alumnos inmigrantes con retraso educativo o que no hablen español que lleguen a nuestro país una vez comenzado el curso. Así, el rechazo frontal de educadores y oposición a la propuesta inicial, que según éstos iba a crear guetos, ha surtido efecto y unos 1.600 inmigrantes podrán compartir algunas clases con sus compañeros españoles. Las aulas comenzarán a funcionar el próximo 20 de enero.

El creciente número de alumnos inmigrantes que llegan a los colegios e institutos una vez comenzado el curso (hay cálculos de que este curso serán unos 10.000) se ha convertido en un motivo de preocupación para todo el mundo educativo: para los alumnos extranjeros, porque muchos no conocen el idioma y no pueden seguir las clases; para los profesores, porque ven con impotencia cómo los chavales no pueden seguir sus enseñanzas, y para Educación, porque todos los sectores sociales le exigían una solución efectiva.

Esa solución la presentó ayer el viceconsejero de Educación, Juan González Blasco, bajo la forma de un optimista programa denominado Escuelas de Bienvenida. Este programa suaviza considerablemente la propuesta inicial hecha pública en agosto y que pretendía crear unas aulas en las que los chavales extranjeros con retraso educativo o que no hablasen español estudiarían completamente separados de los demás alumnos del centro. Esa idea suscitó feroces críticas tanto de los profesores como de los partidos de la oposición (PSOE e IU), que se oponían a ese modelo por creer que crearía guetos dentro de los centros, y porque dificultaba la integración con sus compañeros españoles.

A partir de enero

La nueva propuesta, que prevé la creación de 132 aulas, supondrá que los inmigrantes de entre 8 y 16 años que se incorporen al sistema educativo a partir de enero podrán entrar en una de estas aulas de forma voluntaria y compartirán con los grupos ordinarios materias como música, gimnasia y educación plástica, según el viceconsejero. Cada aula acogerá a 12 niños, que recibirán, en función de sus necesidades, clases de español o de las materias en las que presenten mayor retraso (matemáticas, lengua, etcétera). Permanecerán en ellas, como máximo, hasta fin de curso. Los profesores evaluarán periódicamente su situación, y cuando consideren que el chaval tiene el nivel del curso que le corresponde por edad, volverá a una clase normal. El programa de aulas de enlace se complementará con actividades extraescolares, en las que participarán los demás alumnos. Educación destinará alrededor de 500.000 euros al nuevo programa.

Las 132 aulas estarán repartidas por 115 centros, tanto públicos como concertados, de toda la Comunidad (82 en Madrid capital, 25 en la zona Sur, 6 en la Norte y la Oeste, y 13 en la Este). El sistema prevé programas distintos para alumnos de primaria y de secundaria, de forma que algunos centros concertados que imparten enseñanzas de ambos niveles tendrán una para cada nivel. La consejería destinará 116 nuevos profesores para las aulas de los centros públicos, y aumentará los conciertos con la concertada para que contraten a 84 más.