Misterios del mundo antiguo
Doscientos cincuenta mil dólares (unos 253.000 euros) y seis meses de trabajo ha costado la construcción del robot que recorrió recientemente, en busca de la cámara del faraón, los 60 metros de largo de un pasadizo de la Gran Pirámide de Keops, en Egipto. El secreto persiste inmaculado. Ahora arrecian las críticas de los expertos, pero la apuesta televisiva de una cadena estadounidense, seguida en más de 141 países de todo el mundo, ha colmado seguramente las expectativas de los ejecutivos de la cadena y puede incluso que las de los telespectadores. Es el poder de convocatoria de los secretos del mundo antiguo. Ejemplos como el incombustible interés por el Santo Grial o la tumba perdida de Alejandro Magno también lo confirman. Los setenta misterios del mundo antiguo, de Brian M. Fagan, ahonda en las cuestiones más intrigantes de nuestros orígenes. Pero siguen siendo egipcios y mayas los pueblos más evocadores. Los templos del Antiguo Egipto y Crónica de los reyes y reinas mayas ofrecen, sin desvelar ningún secreto, buenas imágenes y sencillos textos a los que quieren saber más sobre estas civilizaciones.
