La Acadèmia rinde homenaje a las Normas del 32 como "base esencial" del valenciano

"A partir de aquel año, la sociedad valenciana dispone de las bases esenciales, ortográficas, gramaticales y léxicas para su plena realización como una sociedad moderna y abierta al mundo". El pleno de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) aprobó ayer una declaración institucional por el 70 aniversario de las Normas de Castellón. El primer pleno fuera de su sede y la presentación de la primera publicación de la institución (entregada a Joan Simó, único firmante vivo) tuvieron ayer como escenario la capital de La Plana, donde, el 21 de diciembre de 1932, se firmaron las normas.

Unas normas que, según la declaración de la Acadèmia, se consolidaron como base ortográfica gracias a "eruditos, gramáticos y escritores que durante la II República y los años de franquismo practicaron y mejoraron la precisión y la validez de aquellas bases".

La declaración de la AVL hace un repaso histórico por la democracia y la autonomía, con mención especial a la Llei d'Ús i Ensenyament de 1983 y califica la "situación lingüística contemporánea" de "difícil y compleja". La Acadèmia, que se define como "heredera de las Normas de Castellón", acaba con un llamamiento para que el valenciano sea "respetado y promovido con el compromiso moderno de la fidelidad compartida".

Castellón fue sede también ayer de la reunión del Instituto Interuniversitario de Filología Valenciana (IIFV), que realizó una dura crítica a las orientaciones realizadas por la AVL en el uso de distintos niveles de lengua en Primaria y Secundaria. El Instituto entiende que "no es competencia de la Acadèmia el asesoramiento pedagógico", a lo que la presidenta de la AVL, Ascensión Figueres, respondió indicando que "nosotros no entramos en el contenido sino en el modelo de lengua". Además, el IIFV considera "indispensable" que la AVL abra un "verdadero diálogo con el mundo educativo y editorial sobre cualquier propuesta relativa a los materiales curriculares" que, aseguró Figueres, "ya está previsto".

La última consideración del Instituto, que comparten miembros de la AVL, se refiere a la consideración de "inaceptable" el silencio de la AVL ante "las constantes manipulaciones de la lengua en temas que afectan a sus competencias específicas".

En el pleno de la AVL de ayer se volvió a sacar a colación las orientaciones a propósito de una reunión mantenida por algunos académicos, sin conocimiento del pleno, con componentes del Institut d'Estudis Catalans, a los que se les presentó la propuesta, reunión que no ha sido anunciada ni pública ni oficialmente.

El homenaje a las Normas del 32 acabó con una conferencia del filólogo Germà Colón, quien considera "superado" el debate sobre la denominación y se muestra convencido de que la si la AVL redacta tiene una normativa no distará de la catalana.