EPOC, la enfermedad oculta
El estudio Iberpoc revela que el 78% de los casos de esta dolencia causada por el tabaco no está diagnosticado
Tos, expectoración (esputos) y disnea (falta de aliento al esfuerzo) son los tres síntomas más habituales en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, conocida como EPOC. Este proceso respiratorio, que en más del 90% de los casos está producido por el tabaquismo, supone un deterioro lento, progresivo e irreversible de la función pulmonar, que además se asocia con un respuesta inflamatoria anormal de los pulmones a gases y partículas inhalantes nocivas.
Se trata de una de las enfermedades más ocultas e insidiosas por la inespecificidad y lenta progresión de los síntomas, que hace que la mayoría del millón y medio de españoles afectados, fumadores y mayores de 40 años, consulten al médico cuando el proceso se encuentra ya en fases muy avanzadas. La mitad de los pacientes fallece en los 10 primeros años a partir del diagnóstico.
Representa el 20% de las visitas de atención primaria y el 40% de las de especialista
La tos, la expectoración y la disnea llegan a ser asumidas por el enfermo como "cosas normales del tabaco y de la edad", hasta que llega un momento en que la sensación de ahogo puede obligarles a precisar respiración asistida.
El perfil más característico del paciente con EPOC es el de un fumador de 20 cigarrillos al día desde hace más de 20 años, que empieza a acusar los primeros síntomas a los 45-50 años. En muchos casos, cuando el paciente empieza a sentir disnea de esfuerzo ya ha perdido el 50% de la función respiratoria.
A juicio del neumólogo Carlos Jiménez Ruiz, jefe de la unidad de tabaquismo del Hospital Universitario La Princesa de Madrid, todo paciente fumador de más de 25 años de hábito que acude al médico con algún síntoma respiratorio "debe ser sometido a la práctica de una espirometría, una prueba que mide la cantidad y velocidad del aire que se expulsa".
Según José Luis Álvarez-Sala, presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) y jefe de la especialidad en el hospital Clínico San Carlos, de Madrid, en los países donde está muy arraigado el hábito de fumar la EPOC es causa importante de morbimortalidad (complicaciones y muertes). En España representa la cuarta causa de muerte, con una tasa global de 33 fallecidos por 100.000 habitantes y año.
"Los pacientes con una EPOC evolucionada", explica, "requieren una gran asistencia médica, sobre todo en los meses fríos, en que son frecuentes las agudizaciones. Su carga asistencial representa hasta el 20% de las consultas de atención primaria y en torno al 40% de las del especialista. Esta patología respiratoria, responsable del 7% de los ingresos hospitalarios, genera el 35% de las incapacidades laborales definitivas".
José Luis Viejo Bañuelos, jefe de Neumología del Hospital General Yagüe de Burgos, advierte de que la mayoría de los pacientes está sin diagnosticar.Este dato ha quedado patente en el estudio Iberpoc, según el cual, en el 78,2% de los casos no existía un diagnóstico previo de la enfermedad. El análisis epidemiológico, que es un ambicioso proyecto de la Separ, se está desarrollando desde 1996 en diferentes fases. Se trata de un estudio español multicéntrico, aún no concluido, cuyas dos primeras fases han sido publicadas (octubre de 2000 y junio de 2001) en la revista Chest.
"En la primera, desarrollada entre 1996 y 1997, fueron incluidas 5.014 personas de 40 a 70 años, seleccionadas aleatoriamente sobre siete zonas geográficas a partir de un censo de 236.412 habitantes. En la segunda fase, que se han incluido 4.035, se ha observado que más de un tercio de los casos no estaba diagnosticado; algunos, en fases graves, y sólo el 19% de los detectados estaba correctamente controlado", señala Viejo Bañuelos, que es uno de los coordinadores del Ibercop.
La EPOC está integrada por dos procesos respiratorios: la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar. Aunque ambos pueden producirse independientemente, cuando coexisten en un mismo paciente, que es muy frecuente, se habla de EPOC. Mientras que en la bronquitis predomina el diagnóstico clínico, esto es, la persistencia de los síntomas durante más de tres meses al año y más de dos años, en el enfisema el diagnóstico es anatomopatológico, puesto que se produce una destrucción del parénquima pulmonar.
En palabras de Marc Miravitlles, jefe de Neumología del hospital Clínico de Barcelona, si no existiera el tabaquismo, apenas habría EPOC, pues menos del 10% de los casos son debidos a infecciones respiratorias en la infancia y a ciertos déficit enzimáticos. Los fumadores pasivos también están expuestos, aunque en menor grado, a la enfermedad.
Miravitlles explica que la EPOC va lesionando paulatinamente los bronquios y los pulmones y se va produciendo una alteración irreversible de la función respiratoria. La obstrucción bronquial en los fumadores, que afecta a uno de cada seis, es el principal factor de riesgo para sufrir cáncer de pulmón.
El estudio español Impac, que evalúa prospectivamente en dos años las agudizaciones y su impacto en la calidad de vida, demuestra que el 60% de los enfermos diagnosticados no está correctamente tratado, lo que supone un aumento notable de las agudizaciones y el 40% del gasto total de la enfermedad. En este trabajo, cuya primera fase ha sido publicada en 2002 en Quality of Life Research, colaboran 39 hospitales de todo el país y 450 enfermos.
Ayudas para dejar de fumar
Dejar de fumar no es sólo cuestión de voluntad. El tabaquismo está considerado una drogodependencia que en la mayoría de los casos precisa de ayuda médica para su abandono y ahora es posible acudir a los centros de salud para solicitar la colaboración del médico", indica el neumólogo Carlos Jiménez Ruiz.
En palabras de este especialista, el bupropión es el último fármaco registrado en España para dejar de fumar: "Se basa en una terapia no nicotínica que actúa sobre el sistema cerebral dopaminérgico-mesolímbico. Ensayos clínicos publicados en The Lancet y The New England Journal of Medicine entre 2000 y 2001 revelan que es eficaz para abandonar el hábito del tabaco".
Tanto en España como en el resto de los países desarrollados que sufren las consecuencias del hábito del tabaquismo, la EPOC está considerada un verdadero problema de salud pública. Su coste anual se cifra en más de 30 millones de euros (5.000 millones de pesetas) por millón de habitantes, lo que representa el 2% del total de los recursos del Sistema Nacional de Salud (SNS) español y el 0,25% del producto interior bruto (PIB) del país. Los costes indirectos y los de hospitalización son los más elevados.
Consciente de esta situación, la comunidad científica creó en abril de 2001 un comité internacional de expertos, conocido como Iniciativa Global para la EPOC, con la colaboración de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre de Estados Unidos, que elaboró unas primeras directrices para la prevención, el diagnóstico y el manejo de este proceso respiratorio.
A juicio de Roman Pauwels, miembro de este comité de expertos, la Iniciativa Global para la EPOC, que integra sociedades médicas de más de 100 países (España, entre ellos), "pretende asumir un compromiso para que los responsables de este proyecto en cada país trabajen a fin de atajar el problema, empezando por la lucha contra el tabaquismo".
La Separ ha establecido una línea de trabajo, mediante la elaboración de unas guías clínicas, con la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, para ayudar a dejar de fumar desde el ámbito de la atención primaria a todas aquellas personas que deseen abandonar este hábito.
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