La oposición a Sadam termina dividida su cumbre en el exilio
La conferencia de Londres que reúne al exilio iraquí aún no ha terminado. Las peleas internas hicieron necesario prolongar un día más los debates, que tenían que haber finalizado el domingo, pero hasta hoy no se conocerá el alcance completo de la reunión. Las conclusiones no se publicaron "porque se están traduciendo del árabe al inglés", según la versión oficial. Ayer, los representantes de la oposición fueron incapaces de ponerse de acuerdo sobre la composición de un "comité de coordinación y seguimiento" en el que algunos quieren ver el embrión del futuro Gobierno.
Lo que tenía que haber sido un operativo comité de 20 miembros enseguida saltó a 40 más un pequeño directorio, luego a 45 y finalmente a 50, sin directorio ni nada. "Estamos de acuerdo en que serán 50 y la manera de elegirlos, pero hasta mañana no se conocerá el nombre de sus componentes", explicó Hoshyar Zebari, director de relaciones internacionales del Partido Democrático del Kurdistán (KDP). "El comité tendrá poderes para organizarse como le parezca", aclaró, insinuando así que más tarde o más temprano habrá un comité director de los siete grandes grupos.
El comité de coordinación se ha ido agrandando a medida que cada uno exigía su presencia. "Se me olvidaba", precisó Zebari significativamente, "también habrá mujeres y representantes de las tribus árabes". El comité no es un Gobierno en la sombra. "El Gobierno interino se decidirá en Bagdad cuando caiga Sadam, no ahora en Londres", precisó el islamista shií Hamid al Bayati. Detrás de su prudencia se esconde uno de los temas de fondo que enfrentan a Washington y al exilio.
Golpe de Estado
Los opositores a Sadam quieren que EE UU intervenga en Irak, haga cambiar el régimen y les lleve al poder. Se oponen tanto a una ocupación militar como a un golpe de Estado interno que cambie a Sadam Husein por un militar afín a Washington. Pero al mismo tiempo saben que no tienen ninguna posibilidad de derrocar al dictador. "El pueblo iraquí acabará con Sadam", contestaba retóricamente un portavoz. "Aquí hemos venido a discutir de opciones políticas, no de estrategia militar", aseguraba el kurdo Zebari. "Lo último que queremos, tanto la oposición que está aquí como la gente que está en Irak, es ver nuestra tierra ocupada por un país extranjero", aseguró el islamista Al Bayati.
Durante toda la conferencia ha planeado el fantasma de la desunión. Muchos de los debates han sido extraordinariamente tensos y el enviado especial del presidente Bush, Zalmay Khalilzad, tuvo que llamar al orden a la conferencia. "Estados Unidos nos ha dicho que no podemos irnos de aquí sin un acuerdo", reconocían algunos delegados. La declaración política final, que se publicará hoy, pide el procesamiento de 49 acólitos del régimen y la celebración de un referéndum para que los iraquíes se pronuncien sobre el modelo de Estado que prefieren: república o monarquía.
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