Confirmada la condena a la empresa que gestiona los centros deportivos de Bilbao

La Audiencia de Vizcaya ha confirmado la condena a cuatro responsables de la empresa Guedan, que gestiona las instalaciones deportivas municipales de Bilbao, por el delito de cesión ilegal de 15 trabajadores, una decisión adoptada hace ya once años. El fallo, que ya es firme, destaca la "alta" gravedad de los hechos juzgados, y ratifica las penas de ocho meses de arresto e inhabilitación y la multa de 12.000 euros que le habían sido impuestas a los directivos y socios de Guedan, adjudicataria desde 1987 de la gestión de los centros deportivos del Ayuntamiento bilbaíno.

La sentencia inicial la dictó el Juzgado de lo Penal número 4 de Bilbao en julio de 2000 y fue la primera vez que un tribunal del País Vasco reconocía que una empresa relacionada con la Administración incurría en un delito de cesión de trabajadores.

La defensa de los trabajadores afectados sostiene que la condena firme debería suponer la rescisión del actual contrato del Ayuntamiento de Bilbao con la empresa Guedan, que sigue gestionando los servicios deportivos municipales. Se basan en el artículo 20 de la ley de contratación de las administraciones públicas, que explicita que "en ningún caso" se podrá contratar a quienes han "sido condenados por delito contra la libertad y la seguridad en el trabajo".

Los condenados son José Ramón Baliño, ex director del Instituto Municipal de Deportes (IMD) de Bilbao, Francisco Manteca, jefe de personal del IMD, quienes fundaron la empresa Guedan, y Juan Luis López de Guereño y José María de Ángel, que se unieron como socios de dicha compañía. Los hechos se remontan a 1987 cuando el Ayuntamiento de Bilbao adjudicó la gestión de sus servicios deportivos, hasta entonces estaban en manos del IMD, a Guedan. Esta sociedad gestiona desde entonces los recintos deportivos de Bilbao, tras haber ganado los sucesivos s concursos convocados por el consistorio.

La privatización de la gestión supuso el traspaso a Guedan de los empleados del IMD, pero éstos se encontraron con que les pagaban la mitad del sueldo, no disponían de contrato ni cotizaban a la Seguridad Social. Los trabajadores llegaron a cobrar el subsidio de paro después de un despido ficticio, y en 1991 quince monitores fueron obligados a abandonar su puesto de trabajo. Ante esta situación recurrieron a los juzgados de lo social, donde ganaron el pleito, y posteriormente a la vía penal, que también les ha dado la razón.

La Audiencia ha confirmado que la empresa Guedan, que ahora cuenta con una plantilla de un centenar de trabajadores, se limitó a contratar a los despedidos con el fin de cederlos al IMD, por lo que el instituto era el auténtico empleador. Se considera probado que los trabajadores eran obligados por los acusados a suscribir sus contratos firmándolos "en blanco", lo que fue aceptado por los empleados, que vivieron esta situación entre 1987 y 1991, "por el temor serio y fundado a perder sus puestos de trabajo".

El fallo, dictado el pasado mes de septiembre, destaca la "alta" gravedad de los hechos juzgados y que los afectados vivieron una "situación angustiosa" por su inestabilidad laboral. Hace constar también que Guedan carecía en su inicio de estructura propia, incluso de domicilio social, y que sus empleados realizaban su actividad "bajo la total dirección y organización del IMD, que era la que les facilitaba los instrumentos precisos para el desarrollo de su trabajo, incluida la indumentaria, que era igual a la que utilizan los empleados de plantilla del IMD". La empresa, según la sentencia, se limitaba sólo a la firma del contrato inicial y de los sucesivos y al abono de los salarios.

A José Ramón Baliño y Francisco Manteca, que en aquel momento seguían al frente del Instituto Municipal del Deporte, les responsabiliza de "no remediar" la situación, a pesar de "tener conocimiento pleno de las irregularidades", porque "recibían mensualmente toda la documentación" de los trabajadores contratados por Guedan.