¿Qué es más ignominioso?

En EL PAÍS de 10-12-2002, y en un artículo sobre la edad de la flota de CLH (antigua Campsa), esta sociedad realiza afirmaciones equívocas en relación a sus buques. En concreto, señala que éstos "no transportan fueles pesados, sino ligeros", lo cual no representa diferencia alguna en poder contaminante, antes al contrario, los fueles más ligeros llevan hidrocarburos aromáticos policíclicos, moléculas altamente carcinógenas, al igual que las gasolinas y gasóleos, y los daños al ecosistema y las personas dependen mucho más de la composición química del producto que de la viscosidad.

Califica también de "ignominioso" el comparar los buques de CLH al Prestige, lo que es una mera salida de tono, ya que lo ignominioso es que los gigantescos activos petroleros propiedad del pueblo español fueran cedidos a dedo a precio irrisorio a unas sociedades privadas -Repsol, Cepsa-TOTAL y BP-, y que éstas hayan saqueado literalmente CLH, repartiéndose casi íntegramente los enormes beneficios generados, y que en diecisiete años no hayan construido un solo buque, un solo kilómetro de oleoducto, excepto los ya en marcha, o hayan perdido más de un 20% de la capacidad de almacenamiento por falta del mantenimiento y las reposiciones adecuadas.

Lo que es ignominioso es que ante la necesidad de un buque para el transporte de fueloil, en lugar de construir uno de doble casco, se comprara un viejo navío de tercera mano, el Alcudia, para así poder repartirse unas pesetas más. Es ignominioso también que en 1989, cuando a raíz del accidente del Exxon Valdez, se propuso la sustitución gradual de la flota por unidades de doble casco a los nuevos dueños les entrase un ataque de risa.

Es ignominiosa, en fin, la falta de solidaridad con la tragedia por parte de CLH y las refinerías, sociedades poderosas que cuentan con enormes medios dentro y fuera de España, para combatir los vertidos petroleros. La antigua Campsa poseía importantes stocks de productos para combatir derrames en todas las factorías de mar, y más de la mitad de sus doce gabarras estaban preparadas para combatir vertidos. ¿Dónde están hoy esos medios?

Por supuesto que las tripulaciones de CLH no se pueden comparar a las del Prestige; es gracias a eso, al activo humano, que una CLH completamente descapitalizada y con numerosos activos necesitados de reemplazamiento puede seguir adelante. Buques de edades superiores a los 23 años jamás hubieran estado operativos en la Campsa anterior a la privatización, y que no se utilice como excusa que los buques tienen todos los permisos en regla, pues el Prestige también los tenía.

Finalmente, no es cierto que una retirada de los buques monocasco pueda ocasionar problemas de suministro, ya que pueden sustituirse fácilmente por buques de doble casco alquilados, en espera de construir otros nuevos.-