Giscard se ufana de que nadie critica su proyecto de Constitución
El presidente de la Convención sobre el futuro de Europa, el francés Valéry Giscard D'Estaing, se ufanó ayer tras participar en una reunión con los líderes de los Quince de que nadie haya puesto peros al esqueleto de Tratado Constitucional para la UE que presentó hace unas semanas en Bruselas. "Nadie lo ha criticado", aseguró el ex presidente francés, quien se comprometió ante los jefes de Estado o de Gobierno de los Quince a presentar en marzo o abril el proyecto global de cómo deberá funcionar la Unión en el futuro.
No obstante, Giscard comentó que varios líderes le habán mencionado la conveniencia de contar en el futuro con un presidente estable del Consejo Europeo. No citó nombres, pero es la fórmula que propugnan el español José María Aznar, el francés Jacques Chirac, el italiano Silvio Berlusconi y, con condiciones, el alemán Gerhard Schröder.
Para el presidente de la Convención, existe prácticamente un consenso para poner fin a las presidencias semestrales, aunque la fórmula la siguen defendiendo Bélgica, Holanda y Luxemburgo, además de la Comisión Europea.
Al Ejecutivo comunitario se refirió precisamente cuando advirtió que la Unión no puede asistir a una "competencia" para ver quién presenta antes un proyecto de Constitución para Europa. Dado que el presidente de la Comisión, Romano Prodi, ha bautizado al suyo "Penélope", Giscard dijo que su texto deberá ser bautizado como "Ulises". En ese proyecto de Giscard, anunció, habrá una definición del "delito transfronterizo" perseguible de igual forma en todos los Estados de la Unión.
El ex presidente francés no se libró de ser preguntado en Copenhague sobre sus polémicas declaraciones sobre Turquía porque, según afirmó el mes pasado, la incorporación de Ankara a la UE "sería el fin de la UE". "Nada que añadir", se limitó a contestar, para defender en otro momento la necesidad de que los países vecinos de la Unión tengan un acuerdo de asociación sin llegar a estar representados en sus órganos de decisión. Esta vez, si embargo, prefirió no citar ejemplos concretos.
Giscard sí citó cómo pretende acabar con la maraña de "instrumentos de acción de la UE", como él dijo, que no son otra cosa sino las enrevesadas fórmulas que emplea la Unión para denominar sus leyes o decretos. En el futuro sólo habrá leyes europeas, leyes-marco, decisiones, reglamentos y opiniones o recomendaciones. Aún parecen muchas para el objetivo final de acercar las instituciones al ciudadano.
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