Cesc Gay hurga en los secretos y mentiras de un grupo de amigos

Por lo visto y oído de boca de su director, Cesc Gay, y varios de los actores a sus órdenes -Eduard Fernández, entre ellos-, En la ciudad tiene visos de acabar siendo una tragicomedia sobre los sentimientos más secretos e íntimos de un grupo de amigos entre los 30 y los 40 años. El filme se rueda en Barcelona, con un reparto encabezado por Fernández, y en el que figuran asimismo Mónica López, María Pujalte, Leonor Watling -con un corto papel- y Àlex Brendemühl, entre otros actores. El director explica que En la ciudad es una película "sobre la amistad" -como lo fue su segundo largometraje, Krampack, aunque en aquel caso los camaradas todavía estaban en la adolescencia- contada en forma de "historia coral" a través de las vidas cruzadas de los cuatro personajes principales. También en Hotel room -la ópera prima de Gay, que rodó en Nueva York con poco dinero y mucha imaginación- las historias se atraviesan.

"Sí", responde el cineasta, "pero en Hotel room la trama iba de una historia a otra, en cambio aquí hemos hecho que las cuatro se mezclen, y el hecho de que los personajes sean amigos ayuda mucho a ello". En cuanto a las similitudes con Krampack, Gay comenta que, más que por la temática, ambas películas se asemejan por el estilo, ya que el equipo técnico es el mismo y también es idéntica la manera de rodar, con abundantes planos secuencia. "Eso tiene un riesgo, porque se puede montar menos, pero si sale bien, el resultado es muy agradecido", señala el director, para quien una diferencia esencial entre su anterior película y En la ciudad es que "en esta última no se habla tanto".

Barcelona es el escenario del filme -"una Barcelona muy mía y de mi círculo de amistades: de los lugares a los que voy a comer o a tomar una copa", precisa Gay-, pero la inmensa mayoría de la acción se sitúa en interiores, en las casas de los personajes. Por lo que respecta al tono de la película, es justo el que el director buscaba para apoyar el ambiente "intimista" que persigue, según propia confesión. "Ésta es una historia de otoño que acaba en invierno, incluso nieva un día, y la trama dura unos dos meses, lo mismo que el rodaje", adelanta. Y sobre el género que domina, apunta: "Creo que resultará más comedia de lo que parece; de esas comedias que se ven con una sonrisa en los labios".

Todo un reto

Eduard Fernández, que encarna a Mario, un introvertido arquitecto, dice de su personaje que es de esos hombres "que esconden sus sentimientos y sus problemas, porque no expresándolos se convencen de que no existen". Gay explica que cuando escribió este personaje pensó enseguida en Fernández, "precisamente porque nunca le había visto hacer un papel así, y me pareció todo un reto". El actor asiente: "Es justo el personaje contrario al de Santos (de Fausto 5.0). Mientras Santos vivía hacia fuera, Mario vive hacia adentro". Mónica López (Intacto) cuenta que su personaje de Irene es el equivalente femenino al que representa Fernández. "Irene es un personaje cerrado, pero en la película ni los personajes reservados ni los que parecen abiertos explican sus cosas más íntimas; nunca hablan con libertad, directamente", y esta circunstancia "tan habitual en la vida real", puntualiza López, es lo que le interesó del guión y por lo que aceptó el papel.

En la ciudad está producida por Messidor Films y tiene un presupuesto de 2,6 millones de euros.