La heredera de Coubertin
Almudena Cid se prepara para ser la primera gimnasta del mundo que compita en tres finales olímpicas
¿Por qué las gimnastas son tan niñas? ¿Por qué se retiran todas a los 18 años?
¿Todas? No. Almudena Cid (Vitoria, 1980) quiere imponer una nueva costumbre en el deporte más precoz. Pretende demostrar que, con 24 años, todavía se puede competir al más alto nivel en unos Juegos Olímpicos. Para eso vive y machaca su cuerpo ocho horas al día en solitario; para convertirse en Atenas 2004 en la primera gimnasta del mundo que compite en tres olimpiadas. Y no sólo participar. Aspira a disputar su tercera final, y va por buen camino.
Tiene 22 años y no disfruta de vacaciones desde 1993. Es su libre elección. Cuando terminó novena en Sydney y la entrevistaron en televisión sobre sus planes de futuro, no lo pensó dos veces: "Quiero otra", contestó. Y eso que ella sabe mejor que nadie que una olimpiada no dura el minuto y medio de su ejercicio, sino cuatro largos años.
Todo en Almudena Cid tiene un mérito especial. Se dedica a la gimnasia rítmica desde los siete años, desde que su madre, sorprendida por la flexibilidad de su hija, la apuntó al club Beti Aurrera de Vitoria. Sin embargo, pese a su impresionante carrera como número uno de España (tiene cinco títulos), le falta una medalla en su palmarés internacional. Llegan los mundiales, los europeos, las olimpiadas y, aunque se clasifica para la final, siempre se repite el mismo desenlace. Las rusas, las ucranias y las bielorrusas le dan con la puerta en las narices.
Aunque parezca contradictorio, tal vez esa realidad es la que le ha alentado a seguir adelante, mientras que otras compañeras suyas colgaron la malla hace años, como las campeonas olímpicas de Atlanta, entre ellas las alavesas Tania Lamarca, Lorena Guréndez y Estíbaliz Martínez.
Cid admite que le gustaría colgarse una medalla, pero que prefiere otros reconocimientos: "Quedarme con la reacción del público", por ejemplo. Y no es tontería. Ella tiene un estilo definido, con una figura espigada pero elegante, diferente a otras gimnastas cuya delgadez roza el raquitismo. En los campeonatos ha comprobado cómo sus ejercicios tienen más éxito entre el público que los de sus competidoras, incluida Alina Kabaeva, la reina del momento. "Lo que a mí me motiva son las cartas que recibo, los peluches que me lanzan desde la grada... ¿De qué me serviría una medalla si no disfruto?". Un pensamiento al más puro estilo del fundador de los Juegos Olímpicos modernos, el barón Pierre de Coubertin, con su lema Lo importante es participar.
No se puede decir que Almudena Cid no sepa lo que quiere. Detrás de su voz dulce y su cuerpo de apariencia frágil, tiene carácter y la experiencia suficiente para no dejarse manipular. Por primera vez en la gimnasia española, ha tenido los arrestos de desligarse de la selección y entrenarse por su cuenta. No está conforme con la política de la federación y ahora se ha trasladado con su entrenadora, Iratxe Aurrekoetxea -la misma que dirigió sus primeros pasos-, a Sant Cugat, en Barcelona. El resto de la selección se prepara en Madrid.
El siguiente reto le espera en el Mundial de octubre. Allí se asignarán las plazas para los Juegos Olímpicos. Ya ha empezado a poner en hora su reloj biológico.
Y tras Atenas, ¿qué?
Almudena Cid fue en Atlanta la más joven de las participantes, y se quedó a 0,015 puntos del diploma olímpico. A Sydney llegó con un menisco roto y un ejercicio de cinta casi improvisado, inspirado por un número del Circo del Sol. Acabó novena. Fue ahí cuando decidió que quería ir a Atenas. Y lo sigue intentando a pesar de aquella lesión, y del vacío en la selección, que la dejó tres meses sin entrenadora. Pero los resultados la avalan.
Ha sobrevivido a tres generaciones de gimnastas, y mantiene una regularidad asombrosa en las competiciones, siempre presente en las finales. Sólo le queda un año y medio para cumplir su sueño, y no duda de que lo alcanzará: "Lucharé contra todo lo que se me interponga". Pero, y después, ¿qué?: "Ser modelo de fotografía [ha participado con Montesinos en la pasarela Cibeles], comentarista de televisión, presentadora, hacer danza...".
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