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Balística no revela quién disparó en el triple crimen de Los Capito

El crimen más espectacular ocurrido en Alicante los últimos años, la muerte de tres personas en un tiroteo entre dos bandas rivales, se ha cerrado en falso con la culminación de la instrucción judicial que deja al descubierto las carencias de una investigación policial y la falta de pruebas para imputar con seguridad la autoría al único detenido por estos hechos, a Juan G. J., de 64 años, que resultó herido en una pierna en el tiroteo.

En ninguna de las pruebas efectuadas por la Policía Nacional se ha encontrado el menor indicio de que Juan fuera autor de alguno de los disparos que acabó con la vida los tres hermanos Emilio, José y Francisco F.G. Al contrario. Ni las pruebas de balística, ni de toxicología ni de los expertos de policía científica confirman la participación de Juan en los hechos. Así, el magistrado instructor ha decretado un auto de libertad provisional, aunque la defensa de Juan ha solicitado que se reduzca de 6.000 euros a cero.

La muerte de los tres hermanos se produjo la tarde del 26 de abril, en un tiroteo entre dos bandas. La investigación sólo ha podido confirmar que, de existir bandas, había una sola: la de los fallecidos. Tres hermanos emparentados lejanamente con la conocida familia gitana de Los Capito perdían la vida. Sobre las dos de las tardes, seis personas acudieron en tres vehículos distintos a la calle Benilloba del barrio Nou Alacant, una barriada marginal del norte de la ciudad. El tiroteo dejó cerca de 40 vainas y casquillos de armas de fuego. Dos personas murieron en el acto. Un tercero, herido, fue conducido al Hospital General, donde murió poco después de llegar al hospital.

Armas blancas

En el lugar del crimen, la policía también halló varias armas blancas, entre ellas una espada que fue utilizada contra uno de los fallecidos. En el suelo, muy cerca del portal de su casa, en el número 41, se encontró a Juan, herido grave de un disparo en su pierna izquierda. El herido fue hospitalizado, intervenido quirúrgicamente y detenido como presunto autor de los disparos que acabaron con las tres personas. Desde ese día, Juan ha permanecido en prisión.

El fiscal estima "indicios bastantes para considerar la comisión de los tres delitos de homicidio, dos delitos de homicidio intentado y un delito de tenencia ilícita de armas", imputables todos ellos a Juan, aunque los informes técnicos no son concluyentes. La Policía científica no descubrió ni el menor rastro de pólvora en la piel de las manos de Juan en la prueba de parafina, según el informe policial. No hay caso alguno en la que se realice disparos con un arma de fuego y no queden restos de pólvora, incluso después de lavarse las manos. La prueba de la parafina es concluyente. Las huellas dactilares de Juan no aparecieron en ninguna de las dos armas encontradas en lugar de los hechos.

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