Estaciones a tope y hoteles llenos en el primer fin de semana de nieve
El puente llena el 70% de las plazas hoteleras de la Costa Daurada
Los augurios no se cumplieron; el tiempo ayudó ayer, primer día del puente de la Constitución, y no hubo ventiscas ni nevadas en las estaciones de esquí de Lleida y Girona. Los problemas, como era de prever, se formaron en las carreteras de acceso a las pistas con largas colas de hasta 10 kilómetros. La ocupación hotelera en todo el Pirineo alcanza cifras récord y corre pareja con la que registran todas las estaciones catalanas.
Pese a los anuncios sobre adversidades climatológicas en forma de fuertes vientos y copiosas nevadas, los empresarios del sector verán cumplidas las previsiones más optimistas ya que la ocupación hotelera rozará estos días el lleno en el valle de Aran, Alta Ribagorça, Pallars Sobirà y Andorra. Las plazas de turismo rural o casas de payés también están al completo.
Las retenciones de tráfico se convirtieron ayer en un calvario para los miles de esquiadores que han elegido el Pirineo de Lleida para pasar los tres días del puente. La primera oleada importante de turistas se produjo el jueves por la noche y el goteo continuó durante todo el día de ayer. La afluencia de esquiadores originó un gran colapso de tráfico en la carretera C-28, entre Vielha y la estación de Baqueira-Beret. En este punto el caos llegó a ser mayúsculo al mediodía cuando centenares de vehículos intentaban llegar a las zonas de aparcamiento del complejo invernal, a todas luces insuficientes para garantizar una circulación fluida en la zona. Muchos esquiadores quedaron atrapados durante varias horas sin poder acceder a las pistas, ya que por el otro extremo continúa cerrado por la nieve el puerto de la Bonaigua.
También resultó muy conflictiva para los automovilistas la travesía de Andorra, donde se llegaron a formar colas de vehículos de hasta 10 kilómetros. El Servicio Catalán del Tráfico informó de la existencia de retenciones en la N-145, entre La Seu d'Urgell y la frontera con Andorra; en la C-14, entre Organyà y Adrall, y en la N-II, entre Jorba y Cervera.
La nieve caída en los últimos días ha dejado unos espesores óptimos para la práctica del esquí. Ayer, tras llegar la calma, lució el sol en la mayoría de las pistas, pero ya fuera porque los esquiadores tomaron en cuenta las advertencias sobre el mal tiempo, ya porque se vieron atrapados en las carreteras, sólo 5.000 personas esquiaron en las instalaciones de Baqueira-Beret, 3.000 en Boí-Taüll Resort, 2.500 en Port Ainé y 2.000 en Espot Esquí.
Hoy, con las previsiones de buen tiempo, se espera el completo. Este puente representa el 8% de toda la campaña turística de invierno en Lleida. El Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida, organismo que promociona conjuntamente las 11 estaciones de esquí alpino de la provincia bajo la marca Neu de Lleida, afirma que más de 25.000 personas pernoctarán este fin de semana en el área de influencia de los complejos invernales, situando la ocupación hotelera en el 95% de su capacidad. "Las previsiones son optimistas y, aunque este es un puente corto comparado con otros años, es evidente que ha despertado mucho interés entre los esquiadores, ansiosos de empezar la temporada", declaró Xavier Moncayo, director del patronato.
Pero los tres días de fiestas no sólo serán positivos para el sector de la nieve y los establecimientos de montaña. Muchos de los 280.000 coches que dejaron los alrededores de Barcelona se han dirigido hacia la Costa Daurada, informa Lali Cambra.
El sector hotelero de la Costa Daurada centro (que comprende las poblaciones turísticas de Salou, Cambrils y La Pineda) calcula que se ha alcanzado una ocupación del 70%, en torno a 8.000 visitantes, una cifra sensiblemente inferior a la del año pasado.
El conjunto del sector turístico de la provincia de Tarragona mantiene sus previsiones optimistas y da una ocupación del 70% de los hoteles, lo que significa un incremento con respecto al pasado año, y ello a pesar de la apertura de nuevos establecimientos y a que el puente de este año es de tres días y no de cuatro como en 2001.
Según el Observatorio de Estudios Turísticos de la Costa Daurada, de hecho, la existencia de tres días festivos ha supuesto que el turismo nacional se decantara por viajes dentro del país y no por destinos más lejanos, lo que ha beneficiado a la zona de Tarragona. El sector explica también el éxito de ocupación por el tirón del parque temático Universal Mediterránea y por la convocatoria en Salou de un concurso de bailes de salón que ha atraído a cerca de 3.000 personas.
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