El actor Federico Luppi rodará 'Pasos', su estreno en la dirección

El actor Federico Luppi (Ramallo, Buenos Aires, 1936) confesó en septiembre tener miedo. Miedo a dejar Buenos Aires e instalarse en Madrid, a emprender una nueva vida personal. Entonces ya sabía, aunque no lo confesó, que también iba a afrontar nuevos retos profesionales. En primavera comenzará a rodar Pasos, una película sobre relaciones personales, con la que se estrena como director de cine.

Luppi no necesita carta de presentación; hace ya tiempo que su trabajo como actor en más de medio centenar de películas le situó en la cima de la interpretación. Sabe de cine, le gusta contar historias y ahondar en el misterio de las relaciones humanas. Y con ese aval se coloca al otro lado de la cámara. Lo hace en una película escrita por Susana Abascal, su compañera sentimental, y por un motivo muy claro: "Me interesa el hecho de que sea una película basada en sentimientos y comportamientos y creo que la puedo contar bien".

Pasos, producida por el donostiarra Ángel Amigo, es una película coral ambientada en el tardofranquismo. Acaba de fracasar el golpe de Estado de Tejero y es inminente la aprobación de la Ley del Divorcio en el Parlamento. Un grupo de amigos decide reunirse cada cierto tiempo con el pretexto de celebrar el aniversario del tejerazo. En esos encuentros van surgiendo las contradicciones; la ideología progresista que compartieron en un tiempo ha ido chocando con sentimientos e intereses. "La película", dice Luppi, "habla del crecimiento y de la fortaleza que hace falta para mantener utopías e ideas".

Aún no está cerrado el reparto y Luppi prefiere no dar nombres. Ni siquiera ha decidido aún si su trabajo irá más allá de la dirección. "Hay un personaje muy lindo, pero por ahí conviene que no lo haga yo". ¿Demasiada esquizofrenia? "Sí. Y además lo pensé para ahorrar dinero", confiesa. La película, que se rodará en primavera en Logroño y San Sebastián, rondará el millón y medio de euros de presupuesto.

El actor no ha tenido aún un ataque de vértigo ante el nuevo rumbo de su carrera. "No estoy pensando en eso, pero puede ocurrir, lo dicen todos, desde Stanislavski hasta Valdano". Tampoco aclara si Pasos será un hecho aislado o el inicio de su carrera como director. "No me disgustaría si el resultado es más o menos adulto", asegura. Pero advierte: "Hasta los genios se equivocan". El actor no ha pedido consejos por ahora. Ni siquiera a Adolfo Aristarain, el director a quien ha estado ligado desde los años ochenta. "Frente a una página en blanco", dice, "la única duda que uno tiene es si quiere escribir la verdad o quiere escribir mentiras. Si quieres enfrentarte contigo mismo, los consejos no tienen sentido. La experiencia personal es intransferible".